LEY ANTI FUMADORES SUMISOS

A SU PRIMERA BICI MI ABUELO LE PUSO "LOPE DE VEGA" POR LO TARDE QUE SE LA HABÍAN REGALADO. "LOWON" TAMBIÉN ES UN VIEJO NICK, DE CUANDO EN LOS CHATS SE BEBÍA Y HABÍA MONSTRUOS. SIRVA TAMBIÉN PARA ESTE CUADERNO QUE EMPIEZA. DE LOS TEXTOS E ILUSTRACIONES QUE CONTENGA, SALVO MENCIÓN O CITA EXPRESA, Y MÁS POR LOS MERODEOS POLICIALES QUE LOS PROPIOS DE LA VANIDAD, SOY YO EL ÚNICO AUTOR Y RESPONSABLE A TODOS LOS EFECTOS, Y AFECTOS, SI LOS HUBIERE. (2007)
Publicado por
LOWON
a las
10:51
0
comentarios
Etiquetas: LEY ANTITABACO
Publicado por
LOWON
a las
8:48
0
comentarios
Publicado por
LOWON
a las
6:53
1 comentarios
Etiquetas: COMIDA
Los niños de San Ildefonso... Los niños de San Ildefonso... ¿Es que nadie va a investigar a ese cura de mierda?
Publicado por
LOWON
a las
21:53
0
comentarios
Etiquetas: VIÑETAS
Publicado por
LOWON
a las
5:44
0
comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
6:41
1 comentarios
Etiquetas: COMIDA
“Mi relación con el flamenco siempre ha sido equívoca, por no decir equivocada, de fallo en fallo. Desde chavalito. Me topé con Porrina de Badajoz en un casete que había por mi casa porque lo confundí con Ray Charles (esas gafas), y lo mismo me pasó con otro casete donde tenía que haber cantado Clint Eastwood en Almería y era El Cabrero en Aznalcóllar (Sevilla, ese poncho, ese sombrero). O estoy mirando a un balcón, pienso que se ha muerto el alcalde, y sólo es una señora de negro y con mantilla a punto de arrancarse con una saeta, que viene a ser lo mismo que un villancico en un pesebre pero al revés y en un balcón (no confundir con los cantes de ida y vuelta, que tampoco sé exactamente lo que son, pero porque viajo poco). Con estos antecedentes y estos mimbres, ya en Madrid y menos chavalito, ni que decir tiene que entré en la Soleá por si dentro había algún tipo de terraza o similar, qué raro en la Cava Baja. Y tampoco, claro. Resultó que aparte de ser un palo flamenco, era un garito con solera. En definitiva lo fue, económicamente, el palo flamenco, noche tras noche, cuenta tras cuenta, aunque el dueño fuera payo, amable y más serio con sus cosas que un boticario de guardia: Francis, ojo clínico, bebidas para los dolores y ni un tintineo cuando la guitarra de Alfonso se ponía en marcha. El mejor “selector de ambiente” que he conocido. Antes de mirarte la solvencia en la entrada, o la borrachera, te miraba el aforo. Y era necesario. Con el derecho de admisión Francis afinaba el local como si lo hiciera con un instrumento. Aquello era tan pequeño que la acústica cambiaba en función del número de gordos que dejaba pasar, por ejemplo, o de gente con poco pelo. Albañiles, tapiceros, yesaires, chispas, fontas, algún turista entendido, el despistado, el estudiante, las Erasmas, mucho sin oficio conocido y conocidos sin mucho oficio. Unos a cantar, otros a escuchar, y el intrépido que pasaba cada media hora el canastillo pidiendo una voluntad para el chalet del guitarrista. Ésa fue la vieja Soleá durante años y sin un rayo de sol ni en los almanaques, así que venme tú ahora con la moda de los vampiros a todos los que echamos los colmillos en ese bendito sitio de flamenco para espontáneos, bebidas para los dolores, inolvidables madrugadas para olvidar cada uno sus cosas y por rincones. Y, por supuesto, sin saber nunca qué estaba sonando ni qué palo de la brisca pintaba en el aire. Y preguntarle a Alfonso era un cachondeo: “Yo tampoco”, te decía imperturbable. Perfecto, aquel flamenco bilingüe. Recuerdo que en una de esas sesiones brutales en las que igual se cantaba por Marchena (un pueblo), por El Lebrijano (un gentilicio), que por Camarón (un monstruo), apareció un gitano abetunado, de los de un millón de caracoles negros en la nuca, sonriendo con todo el mármol del porche y un diente de oro. El concepto sinvergüenza con ángel. Un borbotón de arte que lo mismo venía de capar un guardia civil que de venderle un airbag al Tren de la Fresa. Traía con él una mujercilla carísima y que parecía cualquier cosa menos una española en faena y a las tantas: elegante, educada, menuda, muy... desespañola. Pero, ay, amigo, aquello era La Soleá, y a los cinco minutos el Lladró ya se estaba inventando la farruca de Fontainebleau ella solita, ¡agsa! ¡agsa!, tenía la falda por bufanda y se había lanzado a un taconeo frenético que píllale tú el morse. Francis le puso inmediatamente una ración de jamón entre las piernas, por si la Madelón, y ésa fue la presentación en La Soleá de Manuel, el pieza, y su novia francesa, Melanie. Qué dos. El grito de guerra para las bulerías y fandangos de Manuel era “¡Naranja, naranja!” y se lo daba él mismo, Francis le ponía su limón, Melanie se pedía otra de jamón, Alfonso tanteaba por alegrías y Manuel cantaba su martinete con unas risas o una guajira del Molina macho entreverada con otra del Molina que no. Flamenco bilingüe. Recuerdo que en una de éstas acabo de acompañar a Manuel por palmas, contentísimo, feliz de haber contribuido a la magia; al gitano le caigo bien, pero me mira de arriba abajo, se rasca una oreja con el meñique que tiene alicatado de colorao y me dice: “Una cosita, niño, ¿tú cuántas manos tienes?” Ésa fue la última vez que se me escuchó a mí un repique en La Soleá. Sin rencores. Desde entonces opté por quedarme sentado, callado y recogidito, junto a Alfonso, ganando salero por acumulación... Y es a lo que iba con La Soleá, Manuel, Melanie, y ahora el bloque de putas finas al que me mudo por Chamberí a los pocos meses, en la calle Viriato, azares de la vida. Una mañana bajo las escaleras del portal con la gota de jabón todavía en el pelo y, zácate, cámaras de televisión, micrófonos y todos a por mí, díganos. Asesinato en el cuarto piso. Una de las lumis, cosida a puñaladas en la bañera, a la antigua, como la mujer de un senador romano, y que si yo tenía alguna relación como vecino, putero o etcétera. Nones. Ni idea. Yo sólo etcétera. Por Dios. Abran paso y a enterarme. La asesinada era Melanie, la francesa. ¡Vecina mía! Rediós. ¡Naranja, naranja! Estas cosas pasan en las letras del flamenco y más en un Madrid... Por la noche se ha corrido la noticia en La Soleá: “¡Han atasabado a la gabacha!” (¡La gala ha sido asesinada!) y ya estamos esperando a que Manuel no aparezca... Y, efectivamente, no aparece. Ni rueda de prensa yo no fui, ni rueda de reconocimiento todos los gitanos son iguales. Confirmado. ¡Naranja, naranja! En la bañera. Es que era puta. ¿Y no lo sabía el Manuel desde el principio? En fin. Quería escuchar a un asesino arrancarse por rumbas en un Madrid y me quedé con las ganas... Pues claro que desapareció Manuel unos días. ¿Qué esperábamos? Pero desapareció porque era gitano, flamenco bilingüe y a lo mejor chulo de putas, y ponle tú a los de la criminal una excusa, un móvil, un MP3, o acierta con la hora exacta de la coartada a minuto por caracolillo en la nuca y ya me está enseñando usted la factura del reloj tan bueno que me gasta lo mismo que la navaja de Albacete que lleváis todos los que tenéis un diente de oro, que no me creo que se pasara usted la noche cantando con quién y dónde los hipidos... Cuando se descartó que hubiera sido él y todos teníamos ya suficiente cara de culpables por haberlo pensado, lo contraté a las bravas y por derecho para animar como un campeón una boda anfibia entre italianos, casi una fusión de Telecinco con España, convite de postín en Villalba. A él y a un cuadro flamenco que dejaba sosa a la Terremoto. Esa noche, y por seguir con la fiesta, los doscientos kilos del padre italiano del novio ocuparon enteros el patio de taburetillos de La Soleá, cambiando por completo la acústica, como era de esperar, pero que mientras el italiano siguiera pidiendo jamón a ese ritmo a Francis como que plin el cante menos jondo y las góndolas de secano. Va bene. A falta de tarantelas, Manuel le arreó con tarantas y todos contentos. O casi. Naranja, naranja, pero tristes. A Manuel le faltaba su Melanie de repente, al mes o así de aquel sindiós de muerte y sospechas, y qué vergüenza por dentro haber pensado que. No tardó el gitano en desaparecer de La Soleá. Nos lo leyó en las caras y no podía ser, por los clavos de Cristo, ni os arriméis a lo que yo quería a esa niña porque entonces sí que os llevo a todos por delante como perros. Y no volvió más. Por esos días yo también dejé de pedir milongas y comenzaron a caer los whiskys por peteneras, que mi novia no paraba de haberme dejado todas las noches y aquello del flamenco de botica entre anónimos, marca blanca, ayudaba un montón. Ah, qué recuerdos raros de esa junta con la peña, solidarios como niños chicos con el lobo fuera, los recién bajados del andamio, los que traían la hormigonera todavía de sonotone, los abandonados, los divorciados, los desahuciados, cantando dolores sin parar y con aquella posología de letras tan buenas para lo mío como para lo de ellos, que casi siempre era la horrible muerte en rebaño de todas sus madres y novias en algún barranco crónico del pasado achilipú, traiciones contranatura, olor a colonia barata y olés de quirófano.
Nunca supe quién había matado a Melanie. No fue Manuel. Creo que por su muerte acabó pagando el duende. Pero échale tú un cerrojo a ese sinvergüenza.
Y Martinete no es ningún personaje cómico, que me lo acaban de decir".
REVISTA BORONÍA – 2ª EPOCA (2010) – Nº 2.
Permiso, Gabriel. He preferido colgar lo de arriba a escribir algo nuevo. Será porque sigo sin tener mucha más idea del flamenco. La entrevista que le hiciste en ese mismo número a Morente ya era magnífica entonces. Asume que ahora es histórica, amigo. El tipo que no quería oler a mármol, entre carcajadas... Es sobrecogedora la alegría que aún sigue rezumando ese hombre. Pobre Morente. Que en paz descanse.
Publicado por
LOWON
a las
8:17
0
comentarios
Etiquetas: RETRATOS
Publicado por
LOWON
a las
9:42
0
comentarios
Etiquetas: VIÑETAS
Publicado por
LOWON
a las
9:33
0
comentarios
Publicado por
LOWON
a las
7:26
0
comentarios
Etiquetas: VIÑETAS
Publicado por
LOWON
a las
11:12
0
comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
21:49
3
comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
10:58
0
comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
8:42
1 comentarios
Publicado por
LOWON
a las
9:44
2
comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
5:48
1 comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
7:34
0
comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
11:01
0
comentarios
Etiquetas: VIÑETAS
Publicado por
LOWON
a las
10:16
0
comentarios
Publicado por
LOWON
a las
9:29
1 comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
10:09
0
comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
8:30
0
comentarios
Etiquetas: VIÑETAS
Publicado por
LOWON
a las
11:55
0
comentarios
Etiquetas: RETRATOS
Todavía no tengo muy clara mi escala de valores con respecto a la pintura ni al arte en general. Me fascina la técnica de algunos pintores, pero no siempre el motivo de sus cuadros. Igual que hay cuadros que me maravillan y parecen pintados por un chimpancé inspirado. Y lo que son las cosas: ayer me enteré de que por fin he expuesto en un museo. De casualidad. Manda huevos que te tengas que enterar por los amigos de estos detalles de exponer o no exponer algo tuyo. El Reina Sofía. Arte contemporáneo. Publicidad. Tres piezas elegidas por "un prestigioso jurado de expertos". Entre ellas un anuncio de cierto refresco muy español. Artemoerno. Una videoinstalación, supongo. Pedazo invento. Ya nos dieron un premio gordo en San Sebastián. Qué le vamos a hacer, si la otra publicidad es la fascista de las Endesas, Fenosas, Iberdrolas y Bancos de Santanderes. Así que sigo pintando comiditas. Silbando. El brillo de ese filete de merluza me ha quedado un poquito abstracto. Y las gambas tampoco parecen muy figurativas. Digamos que es un plato para ver de lejos. Para comer de lejos. A ver si tienen sitio y me lo exponen en el Museo del Jamón. Cuando pinte una ración de ibéricos lo expondré en al Museo de la Merluza, pegadito al Museo de la Cogorza.
Publicado por
LOWON
a las
9:08
1 comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
10:17
0
comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
9:32
0
comentarios
Etiquetas: COMIDA
Publicado por
LOWON
a las
9:18
0
comentarios
Etiquetas: COMIDA
Este es el complemento estrella de Bebé Glotón, el muñeco mamón de la empresa alicantina Berjuan. Un sacaleches infantil para la infancia que sólo tiene como noble objetivo que la niña se lo aplique en sus pechos nutricios antes de ir al cole y que así no pierda tiempo luego porque ya ha conseguido ella toda tu lechecita materna y la ha guardado en un puto bote-biberón patentado.
Va un extracto (El Mundo) donde los linces de Berjuan se defienden, atacan y ronronean:
En 2009 el mercado juguetero alumbró al Bebé Glotón, un muñeco al que hay que amamantar. Cuando a lo largo de 2010 se presentó este muñeco en el extranjero, cadenas de televisión americanas como Fox o la NBC se refirieron a este juguete como "un producto sexista y que podía crear embarazos prematuros", explica el director comercial de Berjuan, César Bernabeu.
Pues si aquello sorprendió, para esta campaña de Navidad el Bebé Glotón inicia su colección de accesorios con el Sacaleches. Sí, un sacaleches: "Queremos que las niñas sepan lo que hay: que la madre trabajadora no tiene por qué renunciar a la lactancia de ninguna manera, de forma que la niña puede ir a escuela y dejarse el biberón preparado".
Para ello, la niña se pone la camiseta a la que pega la pera e imita el trabajo de succión; conectado a ello está el biberón mágico que se va llenando de leche y que es con el que se alimenta al muñeco glotón. Para evitar posibles trampas, como el uso de otros biberones, el muñeco está dotado de un dispositivo patentado que reconoce el biberón correcto y solo interactúa con él.
Cuando la niña o el niño u otro familiar al que se le encargue la alimentación del muñeco "crea que ya está alimentado, se le dan unos golpecitos en la espalda para que pueda eructar". Así, imitando al máximo la realidad se enseñan los beneficios de la lactancia materna y sus obligaciones.
No es una estrategia comercial
Tela, con los colegas. El biberón blindado. “No es una estrategia comercial”. No sé si embarazos prematuros, pero que más de una niña le va a pedir tetas a sus padres, sí. Joder, es el complemento que le falta al muñeco. Que Berjuan se asocie con alguna clínica de cirugía estética, leche. Leche. La leche. Y eso de que están promoviendo las ventajas de la lactancia materna… a niñas de seis años, es como si inventas un juguete en forma de porro que da descargas eléctricas de mil voltios en la boca para que los niños de cuatro a siete años comprendan cuán perjudiciales son las drogas antes de que sean mayores y no haya remedio, ni quieran que lo haya...
Van unas fotos del producto amigo de las niñas tetudas y la lactancia paterna: en caja y en catálogo.
Existen dos muñecos blancos, niño y niña, llamados Cameron y Savannah respectivamente. También hay dos modelos negritos que se llaman Jessica y Jeremiah y por último dos bebés asiáticos – Lilyang y Tony.
Bebé glotón es el regalo de estas Navidades.
Lo de arriba es de la propia publicidad de Berjuan. No sólo no hay ni un nombre expresamente español (ni tan siquiera latino, quitando el Jessica, tan agitanado él) sino que, incluso en la cultura sajona, son nombres de gilipollas. ¿Cómo se llama tu muñeco mamón? Cameron... de la Isla. Eso por un lado, y por el otro: Dos muñecos blancos, dos modelos NEGRITOS, y dos bebés asiáticos. Raro es que no hayan puesto ASIATIQUITOS, los muy correctos imbéciles…
Y para rematar, las excelencias en vídeo-demostración del muñeco de los cojones, digo de los pezones…
Por eso estoy en contra del puto juguete… Porque no hay una versión para niños machotes, varones y españolos. Así que propongo el Bebé COGORZÓN, con su biberón JOTABITO (botellita de whisky escocés), su Sacaeructos y su Sacacuartos. Incluye kit de panchitos, carta de despido, finiquito y navaja barbera para matar a su mujer a la vuelta del cole. El Bebé COGORZÓN también incluye el exclusivo Baberito Vomitona, que sólo se pone verde si lo que has bebido es el contenido de nuestro biberón patentado JOTABITO. Por la compra de dos bebés Cogorzones, un sacaleches para el padre. Bebé COGORZÓN, tu borrachera de estas navidades. Para que el niño varón sepa lo que le espera en su futura vida de alcohólico, queridos papis.
Sea por un juguete o por otro, más de un Papá Noel va a llegar bien mamado a casa estas navidades.
Blurp.
Por este mundo de desquicidados.
Publicado por
LOWON
a las
8:52
1 comentarios