viernes, 6 de enero de 2017

LA PLACA QUE RADIOGRAFÍA A ESTE BENDITO PAÍS DE MIERDA


No sé en qué magnífico libro de ciencia leí que si metes la cabeza en un horno encendido y los pies en un cubo de hielo, la temperatura media es agradable... Arriba, tan pancho, Juan Sahuquillo, el alcalde pepero de Casasimarro (Cuenca), dice que se niega a poner un placa conmemorativa del 40 aniversario de la matanza de abogados laboralistas de Atocha, 24 Enero de 1976, para "no herir sensibilidades". Y eso pese a que uno de los abogados asesinados, Ángel Rodríguez Leal, nació en su pueblo. La cabeza en el horno con los asesinos y los pies en el cubo de hielo del cinismo. Resultado, un franquismo agradable. La sensibilidad herida de un asesino o de quien comparte voluntad con un asesino no sé yo si merece comentario. Pero el cinismo sí. El cinismo de la ideología y del escaparate de un ayuntamiento fascista con los cristales tintados de democracia. Si esto no es enaltecimiento del terrorismo, que baje Franco y lo vea. Ah, que ya ha bajado y que le parece de perlas. Pues entonces enaltecimiento del franquismo. Ah, que no pasa nada... Estamos a gustísimo. Ni nos lo esperábamos... Escribe tú en un twitt que te parece estupendo que ETA matara a Carrero Blanco, a ver las sensibilidades que hiere. Me amontono... No os perdáis esta columna de Jorge M. Reverte.


(12 Enero 2017: si antes digo lo de Carrero Blanco, antes van a por la muchacha...)