sábado, 9 de junio de 2012

UN PINTAPERRAS


El pintamonas... pintaperras. Sí, pero hoy, por fin, he conseguido que me encarguen el retrato de un perro. No de una perra. Todos los encargos hasta ahora han sido de perras. Perritas. Mascotas de dueños y dueñas enamorados y con pasta.  Sin queja, mayormente (todavía me queda por cobrar las perras de una perra de las que digo, pero qué se le va a hacer: esto es Lavapiés). El retrato de la yorkshire de arriba es un ejemplo de perrita con el que su dueño y mecenas quedó encantado hace algunas semanas. Pero me apetecía pintar ya un perro. Será otro yorkshire. Gente solvente, los yorkshire. Perros muy posadores, los yorkshire. En cuantito lo cobre, lo cuelgo. Las cagarrutas de los caminos de Dios son insondables... ¿O eran inescrutables? Te escruto yo una cagarruta de perro y te adivino cuánto gana el dueño.