jueves, 7 de marzo de 2013

MASCAR CHICLE NO ES DE POBRES


   
       Están crecidos. Y ya están arriba. Como siempre han estado, pero con la diferencia de que nunca los ricos han sido tan asquerosamente ricos, ni los pobres tan dramáticamente pobres. Prueba de ello es que la demanda de artículos de lujo se ha multiplicado de forma obscena. ¿En Mónaco? ¿En Rusia? ¿En China? En España. Nos mean desde las terrazas de sus áticos como antes lo hacían desde las almenas de sus castillos y desde los balcones de sus palacios. Que quede bien clarita la distancia (vertical) entre las clases. Cada uno en su sitio y a aguantar la Historia. Y las formas. Los pobres sus formas de pobre. Los ricos sus formas de rico. Los ricos a robar en las arcas del Estado y los pobres todos a cotizar a Hacienda, con el comisario Montoro al frente de un pelotón de la guardia del Gobernador, derribando las puertas y entrando en las casas donde haya un campesino rebelde: actores, periodistas, rojos... La última casa, la de Izquierda Unida en Madrid. Los guardias han sacado a su gente y la han desnudado en la plaza del pueblo: "Miradlos. Se han retrasado en el pago de los impuestos a su Majestad". Las formas de pobre. Los modales de pobre. Sumisión. Vergüenza. Resignación. Hambre. "Algo habremos hecho". Recuerdo entre brumas una viñeta de Mingote. Aproximadamente era como sigue: una pareja de ricachones pasa al lado de unos mendigos que están comiendo en el suelo y él le dice a ella: "No te escandalices, querida. Son pobres". A lo que ella le responde: "¿Que no me escandalice? ¡Están comiendo la carne con los dedos de comer pescado!". Nos han machacado y quieren que se note. Los ricos a sus Sicav, a sus Suizas y a sus Bancos de Ladrones, y los pobres a sus colegios en ruinas, a sus chabolas, a sus hospitales de la caridad y a sus Bancos de Esclavos. El otro día sacaron una buena parida en la radio, en "El Mundo Today", en su "espacio para el debate". La cuestión a dilucidar era (más o menos): "¿Es correcto darle limosna a un pobre que esté mascando chicle?" Aparte de la coña, que me pareció magnífica, el detalle de las formas, otra vez. Las formas que nos quieren imponer desde la derecha para que no nos salgamos del tiesto (clase social), ni aspiremos a más de lo que nos corresponde por nuestra condición de prisioneros de guerra (o similar).  Maribel Verdú no puede estar contra los desahucios porque hizo un anuncio para una inmobiliaria. Javier Bardem no puede apoyar la causa saharaui porque su mujer dio a luz en un hospital para ricos. El País no puede denunciar al PP si tiene préstamos pendientes de pago. Izquierda Unida no puede luchar por la justicia social si no está al día con los impuestos del Gobernador... De modo que no puedes pedir limosna mascando chicle. No sólo debes ser pobre, sino parecerlo y estar avergonzado. Y como mascar chicle, al igual que el sexo o la poesía, te libera del presente, no es la actitud más adecuada para granjearte  la caridad de la derecha, que no sólo exige la pobreza, sino sus formas, como decía: humillación, vergüenza, inanición, banderas blancas y pleitesía. Así que te tragas el presente, te rindes y extiendes la mano. Ni poesía con lejano sabor a fresa, ni leches...

       La otra forma de mascar chicle es la de Sir Alex Ferguson, que a eso viene la caricatura de arriba. Las licencias que se permite la aristocracia sin nobleza ninguna, como la fiesta infantil con margaritas gigantes de Ana Mato o las peinetas con ascensor de Mª Dolores Cospedal. Esa forma de mascar chicle en un "Sir", que ya le podrían dar un cigarrito, si es eso lo que le provoca esa ansiedad de yonqui... Bueno, el chicle, y luego el desplante a la prensa porque le habían tangado el partido. Lástima que en el otro banquillo sólo podía oponérsele un impresentable como él, aunque ahora trabaje para el Real Madrid. Pero en España también tenemos nobles sobrevenidos en el fútbol. Y mucho más señores. El reciente Marqués de Salamanca, Don Vicente del Bosque, entrenador de La Roja. Eso sí que son formas, sin chicle, y no las del inglés, que Don Vicente primero manda a Casillas a comprobar si el árbitro tiene agua caliente en el vestuario y luego se sienta en el banquillo como si asistiera a la lectura de un notario. Un respeto y un saber estar, sin chicle, que ya lo quisiera para sí Montoro. El que habla como un multimillonario chuloputas insultando a los pobres con un chicle de maleducado en la boca. Sin tenerlo. Que por supuesto es mucho peor.