viernes, 8 de marzo de 2013

HAY MÁS TRABAJOS QUE EL DE CAMARLENGO



Pizzas Tarcisio Bertone, il fuoco amico. Neumáticos Bertone, la frenada a tiempo. "Turgencia en Florencia", la nueva comedia de Tarcisio Bertone. Viajes Tarcisio: disfrute ya de su descuento Bertone para mayores de sesenta años. Tarcisio Bertone, camarlengo... Camarlengo, de camarero, pero a lo gordo y púrpura y con hemorragia de casquete polar en la coronilla. Camarlengo: "Cardenal que preside la cámara apostólica o junta que administra el tesoro pontificio". María Moliner sí que sabe. Tarcisio Bertone, camarlengo de la hostia. ¿Qué es lo que estaba estudiando tu niño? Para Camarlengo. Joder, qué carrera más difícil, ¿no? Ya ha aprobado primero de Genuflexión y tercero de Besamanos. Sí que te ha salido listo, sí... De modo que me ha picado la curiosidad y me he metido en el INEM online del Vaticano, que para poco paro, la Santa Sede, que hasta el curro de Papa se les ha quedado sin cubrir. Sin aspirar a tanto, de "camarlengo" ya no hay nada, que está pillado, pero ofertas de trabajo hay para aburrir. Va una muestra:
Un puesto de Cintasllevo: Obispo auxiliar que canta canciones bailables de la tuna para animar los recesos en las deliberaciones de los cardenales. Sueldo según valía y repertorio.
Dos plazas de Vaselino: Seminarista untuoso 24 horas (como los bomberos) que ha de tener siempre preparados los santos óleos para llevarlos a la alcoba cardenalicia que lo solicite. Se valorará experiencia y discreción.
Un puesto de Chindasvinto: Periodista por lo civil experto en desmentir con datos y testimonios cualquier desliz en la biografía de los cardenales papables. El aspirante ha de aportar sus propios Bocamangas, testigos de pago. 
Una plaza de Roncafrío: Arzobispo sereno encargado de llamar la atención de los cardenales cuando el volumen de decibelios de sus ruidos indiscretos provoque la envidia de la alcoba vecina. Propinas muy interesantes.
Un puesto de Ambrosiano: Capellán castrense joven y bien parecido encargado de aplicar castigos físicos voluntarios a sus eminencias en sus eminencias. Se valorará mano izquierda.
Y cincuenta plazas de Castañeras Consagradas: ayudantes en la liturgia diaria de los cardenales que se hacen pasar por madres del niño violado y lo sacan de la basílica a comprarle un helado y que deje de llorar. Preferiblemente monjas españolas con referencias de la difunta Sor María.