lunes, 21 de mayo de 2007

LAS EXTRAÑAS AVENTURAS DEL TURBIO NIÑO MATOMUERO (21)



El esquizofrénico no tiene algo parecido a una conciencia
Una voz interior
Básicamente, lo que tiene es un
Mariachi

La revisada costumbre de las copas
O desayunar cívicamente,
como un sastre ante una maceta

Se acerca un monstruo
Y sólo es un helicóptero afrutado
Con guirlache de asesino

Te pongo encima de un domingo
Y la lástima de las guitarras en punto muerto
Es que suenan los acordes de unas sevillanas
siempre

La manera risible de vivir. Nubes.
Letreros de tren.
Cartelitos con tu destino.
Culos de mujeres.
Las dos de la tarde de un sábado de qué año.
De qué mundo.

Hay de todo, menos para mí.
Figuras transparentes de acero.
Palitos de merluza sanos.
Dejo mi cara y viajo.
Dejo mi cabeza y regreso.

Demasiado poco dolor.
Llego tarde a las mujeres.
Llego pronto a las diosas.
Me quedo sin dientes y rezumo latas.
Bebo lo que me dan.
Podría fabricar agua. Me haría rico.
Me haría un hombre que hace agua.