martes, 4 de octubre de 2011

BEBEDORES Y FUMADORES, LEVANTAOS... Y QUE SE TRAGUEN EL PALO

Dice el que quiere pasar por precuela del PSOE, el otrora atlético Rubalcaba (horrible secuela del deporte, fijo), que si le elegimos presidente (a él, que ya ha sido subpresidente), va a volver a subir el tabaco y el alcohol, que es de justicia que los que más incrementan al gasto sanitario paguen más... Hijo de la gran rosa... ¡Siempre contra los pobres enfermos del pulmón y del hígado! Siempre contra los que ya han construido veinte autovías, cincuenta ambulatorios y cien institutos a base de impuestos directos en sus cajetillas y botellas... Otra vez lo mismo... Y la pregunta es: ¿qué manda a más gente a los hospitales? ¿Una cajetilla de tabaco, una botella de whisky o... un puto coche? ¿Por qué no le subís el precio a esos coches que nos joden el aire, multiplican el efecto invernadero, y matan lo mismo a niños -no fumadores-, a ancianos -no bebedores- y a perros -se lo están pensando-? ¿Quién nos sale más caro? ¿El enfermo de EPOC o el tetrapléjico? ¿El del catarro de fumador o el que queda en coma dieciséis años por ir a 200 km/h en la carretera de la Coruña? Y en esa regla de tres de encarecer los coches por ser mil veces más dañinos que el tabaco o el alcohol, propongo también un impuesto flagelador a los putos políticos por haber arruinado este país con su incompetencia. Subid el precio de los coches y subid la matrícula, la matriculación, la afiliación, el carnet de "servidor público": la afiliación a cualquier partido político debería costar una pastizara prohibitiva. A ver si lo hacen por vocación de servicio. Sería como un máster caro o la carrera de notario: son inversiones que luego se recuperan robando ¿no? Pues igual. Subid también el precio de las hamburguesas (¡la obesidad mata, gilipollas!), la conexión a los canales de fútbol de pago (¡el sedentarismo también mata, gilipollas!), las cementeras, las nucleares, los casinos, las torretas de repetición de telefonía móvil, y un montón de mierdas más que se me ocurren que seguro "incrementan el gasto sanitario" más que el tabaco y el alcohol. Ya vale de joder una y otra vez (y otra vez más) a los pobres diablos con esas "adicciones" que unas veces son costumbres y otras son vicios. Fumar y beber en este país nunca ha sido una cosa tan complicada y tan mal vista (hipócrita de mierda, tú, mi exprójimo), como para que encima pueda llegar ahora a arruinarte si lo haces a un nivel "normal" de consumidor "normal". ¿A cuánto queréis poner el paquete de tabaco? ¿A lo que cuesta una noche de hotel? ¿A cuánto el botellín de cerveza? ¿A lo que cuesta el faro de una bici? Y no solo es aguantar la esquizofrenia de los bares dentro y fuera, fuera y dentro, copa-cigarrillo, cigarrillo-copa, sino que en el escalón del medio te espera el gobierno con el palo de maltratar a un millón de enfermos como si fueran pulgones en un hormiguero... ¿Ahora qué? ¿Dos palos? Que basta ya, coño. Que ya te vale, "Alfredo"... Amenazáis con ordeñar donde ya no se debe, señor. Y perdón por lo de señor, truño de precuela, que quieres gobernar como si no hubiéramos visto la cuarta parte de la Guerra de las Galaxias y nos vendieras la primera con la voz de Heidi universitaria... "Yo te razono, abuelito. Yo te explico lo que va a pasar...". ¡A la puta mierda! Asco de país, asco de políticos y asco de tragaderas. Implosión. ¿O no es para reventar? Coño, ya...