sábado, 17 de noviembre de 2012

PERIODISMO ALIMENTICIO


En la escala trófica de los periodistas no siempre el que está más arriba es el más poderoso informativamente. El escarabajo que aparece en el cénit de su bola de detritos es más visible, aunque sólo sea en ese segundo de euforia rotativa, pero ni mejora la calidad de su discurso, ni lo que venía arrastrando deja de ser una porquería... En el brillo grasiento de las gafas de Marhuenda hay, pues, algo de élitro al sol fluorescente de las rotativas de La Razón. Le ha costado llegar ahí, pero lo ha conseguido. Han sido años y años de especimen pelotero remolcando basura de la derecha y hasta usándola de medio de transporte (y medro), como esos equilibristas de circo sobre su pelota de colores: verde bilis, azul falange y amarillo gualda; colores todos que funden en el "ocre chillón" que vulgarmene conocemos como "marrón mierda", tan usado en la escala pantone de la propaganda neoliberal como el "amarillo Simpson" en los dibujos de Matt Groening. Y como decía Goya, efectivamente: "Los Dueños de La Razón producen Monstruos". Sólo hay que ver al bicho en su terrario de la tele para sentir náuseas. Al contrario que los faraones del PP, que adoran al escarabajo en su rotativa. Supongo que por la misión que cumple de guardamuebles, y lo redonditos que le quedan los titulares.