jueves, 14 de marzo de 2013

CURRITO DE LA CRUZ, FRANCISCO


Fumata gris jesuita. Comparadas con los antecedentes nazis de su predecesor, las relaciones del nuevo Papa argentino con la dictadura de Videla fueron las de un cura guerrillero... tibio, así que no se las tomaremos en cuenta hasta que no las aclaren en estos días a tenor de la relevancia que ha adquirido el personaje (que lo harán, y con saña, supongo: sumisión a Videla, niños robados, ocultación de activistas, etc.). Eso sí, Cristina Fernández de Kirchner no lo puede ni ver. ¿Qué es eso de que un cura de mierda le llame la atención a ella o a su marido por robarle el dinero a los argentinos? Se verá lo que el obispo de Roma opina del sida, los preservativos, el aborto, el celibato, la pederastia consentida y demás. Por lo pronto, ay, a Currito de la Cruz, Francisco, el matrimonio entre gays le parece cosa del diablo. Digo yo que por los rabos, pero son ellos los que retuercen las cosas. Cachis, que creo yo que vamos a tener más de lo mismo. Australmente, latinamente, pero como si hubieran elegido al Rouco Varela de Buenos Aires. Fumata azul falange. No sé qué libro le habría inspirado a su paisano Cortázar. ¿Los Premios? ¿Casa Tomada? En fin, después del gol de Maradona, esto. Primero la mano de Dios y luego el vicario. Cómo deben de andar trinando por Brasil. Francisco. Latino. Con el sabor de una copa de vino... de misa. Si pone en cuarentena a toda la curia vaticana, como están hablando, ya sería cojonudo. Alguien que haga algo con esa peste porcina. Un ganadero argentino. Un veterinario. Un pastor. A Francisco de Asís se le daban de puta madre los animales. Veremos.