viernes, 1 de junio de 2012

JULITA CUQUERELLA, SECRETARIA DE UN JUGADOR DE BALONMANO

Con las salvedades del caso (este país no está para tantas hostias), me parto de risa con lo de Iñaki Urdangarín, la Casa Real, el Trinque, el Nepotismo, la Chulería y Alrededores. Ibáñez no lo habría escrito mejor. Hoy entra en escena la secretaria del menda: JULITA CUQUERELLA, una pija del quince que se tira un pedo de colonia delante del juez y le dice: "Qué más da tener las cuentas en Suiza. Como si las tiene en Zaragoza". Puro Ibáñez. La secretaria de un jugador de balonmano. Julita Cuquerella. A su lado Ofelia es una catedrática de filosofía. A nosotros, que las hemos visto del mismo tamaño o similar, nos hace gracia la desfachatez y la sinvergonzonería de los de siempre, pero por ahí fuera tienen que estar alucinando. No nos alquilan ni una bici, colega. Y otra cosa, ha sido arrancarme a pintar la caricatura del interfecto (por la boca y la barbilla) y erizárseme la pelambre del lomo: la infanta tuvo ahí un ramalazo incestuoso que tira p'atrás cuando dijo "papá, quiero este para llevar". ¿¡El que se parece un huevo a tu hermano!? ¡La gente se va a dar cuenta! Me da lo mismo. Se parece pero no se llama Felipe, que tiene nombre de gnomo. ¿No visten los gnomos un poquito como tiroleses? Pues normal que tenga las cuentas en Suiza. Palabras de Julita Cuquerella, del puño y letra de Francisco Ibáñez. Lo dicho. Que no nos alquilan ni una bici ahí fuera...