miércoles, 19 de septiembre de 2012

LAS MURALLAS DE ÁVILA Y CARRILLO


Cayó el Muro de Berlín y comenzaron a verse rusos comprando chalets en la Costa del Sol. Rusos borrachos, rusos sin el forro de una papelera en la cabeza, soviéticos ex soviéticos, un ucraniano con su submarino de provincias en un bidet, un azerbaijano diciendo hola como un niño nuevo en el recreo. Ninguno de ellos asistió a la muerte de Lenin o de Trotski. Ser de la generación que ha visto morir en apenas un año a Fraga y Carrillo me hace sentir como una placa triste en el cementerio de Peter Pan. Han caído las Murallas de Ávila y seguimos sin ser felices.