jueves, 15 de septiembre de 2022

FITZCARRALDO: NI GUIÓN, NI HISTORIA, NI VERGÜENZA.


Estoy muy enfadado con una película. Sé que debía haberla visto hace siglos, pero uno lo va dejando, lo va dejando... Hasta que la he descargado y por fin. "Fitzcarraldo". Hacía mucho tiempo que no veía una película tan mala, fallida, irritante y bochornosa como "Fitzcarraldo", de Werner Herzog, y con el infame de Klaus KInski (arriba) de protagonista. La fantasía de un pirado por llevar un viejo barco de un río a otro pasando por un monte en la selva con la ayuda (explotación real) de los indios locales. Cómo sería la cosa, que el jefe de los indígenas se ofreció a matar a Klaus Kinski personalmente durante el rodaje. Y parece que el propio Herzog también lo corrió a tiros entre las lianas sin acertarle. También tiene su cargo de conciencia en el desastre el director alemán, y su penitencia. En el documental que se hizo al tiempo que la película ("Burden of Dreams") confiesa estar volviéndose loco en esa puta selva: "Todo es obsceno, caótico... Los árboles miserables, los pájaros miserables...". El guión cabe en la receta de cocina de un sordomudo y el montaje lo hizo un manco. Un asco todo. Vale que hubo que tirar mucho material (cambiaron los actores a mitad del rodaje), pero también habría que haber tirado al criminal de arriba (prepotente, chuloputas, racista y violador de menores, incluidas sus hijas, y siempre, siempre, siempre sobreactuado, epiléptico) y a los productores que talaron y arrasaron con media selva para el delirio psicótico y perturbado de Herzog. Corría el año 1981 y en Cannes se la cascaron con la película. Simularon que les gustó, o no se explica. Les pasa muchas veces a los franceses. Vienen los alemanes y les dan queso y besitos, no sea que...