miércoles, 18 de noviembre de 2009

CAMBIO DE PUNTAS

Aunque pudiera parecer una decisión de entrenador de fútbol, "cambio de puntas", en mi caso, ha de referirse por fuerza a cambiarle la punta a mi lápiz óptico para la Wacom Bamboo One: está tan roma que pinto con él como si lo hiciera con una farolita, todo en vertical. O eso o se la cambio al lápiz viejo de la Wacom CTE -440. Lo que tengan en una tienda cojonuda que he pillado por internés. La ilustración de arriba (ofrécese a saunas, burdeles y despachos de directivas lesbianas) puede que sea la última que haga por ahora con la farolita. Lo mejor va a ser cuando consiga las puntas nuevas (sensibles a la presión y largas como espárragos) y ya no tenga ninguna excusa para seguir dibujando igual de tarado. Todo será comprobarlo. Lo mismo me como la metáfora, las puntas como espárragos que decía, y me callo la boca con esta modestia de 1º de pobrecito, máster de pamplinas.

EL MATÓN ROCKER DE UN BURDEL DE ZAMORA


Olvidarme del Absoluto
De la Pureza
De Sábato
De Modigliani
Del Idilio entre la Humanidad y los Delfines
Y controlar por fin el perímetro de un burdel de Zamora
Sí, de Zamora
Y mejor en invierno y de noche
Ser el matón rocker
Que se carga a los puteros malos como conejos
Y de madrugada bebe burbon solo con los buenos
Como los buenos,
Hostias

EL ALAKRANA (CON K) 2 Y LA PIRATERÍA INALÁMBRICA

El dibujo de arriba es por hacer algo más explícita una entrada antigua que tenía por ahí, una del 6 de octubre. Con lo que flipo es con que un helicóptero de las fragatas ametrallara la última lanchilla de los piratas y que los tíos consiguieran llegar a tierra "y mezclarse con la gente". Parece que el protocolo de actuación de la Operación Atalanta (Te emborrachas con Fanta) sólo permite disparar a Timón y a Motor, esos dos malvados bucaneros de Walt Disney. La imagen de la Canarias y la Méndez Núñez flanqueando la navegación de la Alakrana de vuelta a aguas más pacíficas es la misma que la de dos guardias civiles escoltando a un gitano a los juzgados. Piratas todos, hasta yo, que a veces también me adentro 800 millas en Lavapiés, a por atún.