miércoles, 25 de abril de 2012

ASCO DE CHELSEA


Me equivoqué en mi pronóstico de 4 a 1 para el Barça. Habría sido así de no fallar Messi su penalti. ¿Quién puede prever eso? ¿Quién puede encerrarse como una morena en un hueco en la roca y llamarse equipo de fútbol? Bastaba ver el careto del entrenador del Chelsea para comprobar que estábamos ante un equipo de navajeros. ¿Su dueño no es el mafias ruso Abramovich? Pues eso. Qué bonito detalle tuvo al final el niño Torres, casi triste por la faena que no había tenido más remedio que hacerle a Valdés y reconociendo que el Barça es el "mejor equipo del mundo". Por juego sí, chavalote, por juego está que se sale. El mejor equipo del mundo sigue siendo el que te daba para el pelo en tu etapa de Atlético, por aquí cerca. A ver si alguien me contrata para alguna colección de cromos... Queda hecha la oferta.

LA MONJA DEL SACO


Sor María Gómez Valbuena. La Monja del Saco. Una hermanita de la caridad, como su propia orden indica. Ignorando el derecho que tenga esta señora a la presunción de inocencia, el bicho se dedicó durante años a robar bebés y venderlos a familias ricas con la mediación del doctor Eduardo Vela (a éste le echaremos de comer aparte). Amenazaba a las madres con meterlas en la cárcel o con quitarles sus otros hijos, si insistían en conocer las causas de la "muerte" de su bebé. Una sierva de Dios arrimándose a la cama de la convaleciente para insuflarle su veneno de amor cristiano... Como viene siendo la Historia desde que San Pedro puso la primera piedra del puticlub. ¿Por qué no en España? Después de la guerra civil, los vencedores aplastaron aún más a los vencidos robándoles su descendencia, cercenando de raíz la posibilidad de que los vástagos de las viudas y de las madres solteras pudieran ejercer su legítimo derecho a la venganza, una vez conocidos sus orígenes y las causas por las que fueron asesinados sus padres. Esto se sabía y se callaba. Esto se sabe ahora fehacientemente y se ha denunciado. Así pues, la monja de arriba no dio abasto, desde 1939, que la pilló en su flor con catorce añitos. Pese a su complexión canija, es una monja capaz de llevar a hombros un saco con un montón de bebés. Un cerro de bebés. Entre doscientos y trescientos mil bebés robados, según las asociaciones que han denunciado la atrocidad. Una monja omnipresente y de poderes inhumanos. La Monja del Saco. La misma por la que calla la Conferencia Episcopal. La misma por la que centenares de cerdas como ella han comenzado a usar las gafas negras de Pinochet. Primero roban los niños, los venden a los ricos para que los engorden hasta que tengan culo y luego se los pasan a sus obispos y curas pederastas favoritos. La producción en cadena de Ford. En cualquier otro sistema de convivencia, esta secta de "los cristianos de uniforme" estaría encarcelada al completo. Los otros, los cristianos de paisano, deberían replantearse qué cojones hacen enriqueciendo y obedeciendo a esta pandilla de criminales sin escrúpulos. Jesucristo aparte, por supuesto. ¿Qué tendrá que ver ese bendito con nada de esta iglesia?

MOBILIARIO URBANO