domingo, 2 de enero de 2011

MÁS ACUARELAS, MÁS NIÑOS

El punto azaroso y accidental de las acuarelas, el capricho de los papeles, las aguas y si hace levante o poniente... Qué arte. ¿Qué arte? Llego a secar con la mano y salen mis huellas dactilares... Han salido las huellas dactilares del papel higiénico. Que investiguen si está fichado.

JOSE LUIS SAMPEDRO EN LA BUTIBAMBA

Probablemente me lo crucé estas navidades por esas playas y esos paseos. En El País dicen que comieron en el restaurante El Granaíno. Aunque sólo sea por la vena periodística (boba) que aún late por estas páginas, no pudo ser en El Granaíno, sino en Los Granaínos. Una manera como otra cualquiera de llevar la contraria abriendo un pequeño bar en una urbanización (La Butiplaya / La Butibamba, qué venta, qué lomo en adobo, qué servicio) que los del lugar conocemos de toda la vida como "Los Cordobeses" (y/o "Las Cordobesas"). Así pues José Luis Sampedro comió pescaíto frito y bebió cerveza por donde yo nazco. El mejor Sam de España. Un tío lúcido y con el sentido del humor intacto de los novios feos. Lápiz y acuarela en un bloc nuevo de papel francés.