miércoles, 17 de abril de 2013

SEMIHOMBRE BLANCO HABLAR CON LENGUA DE SERPIENTE


No contra la codicia de los bancos. No contra la opresión de los débiles. No contra la corrupción. No contra la inhumanidad de los recortes sociales. No contra la sanidad sólo para los ricos. No contra la educación sólo para las élites. No contra la injusticia generalizada, los desahucios, el paro, la pobreza... El capo de los gordos obispos bisbisea con su lengua de serpiente para que los homosexuales no puedan casarse, contra el divorcio y contra la ley del aborto. Esa voz maliciosa de moco velado pidiendo más para los suyos. Exclusivamente para los suyos. Despreciando a la gente. Odiando a la gente. Qué le importa a la iglesia que el pueblo se esté muriendo mientras los ricos estén cada vez más lozanos y contentos en su bancada en Los Jerónimos. El jefe de los obispos no podía ser otro que la persona más mala de España. Puede que haya alguno que se le acerque, pero seguro que no sale tanto en la tele ni va vestido de adefesio. Ninguno con esa voz delatora, escalofriante. 

IN THE FLESH MARÍA ANTONIA


Las miniseries inglesas siempre han gozado de buena reputación. Originalidad, esmero y respeto por el espectador. Las clásicas que conocemos por los aciertos en la programación de algunas cadenas nacionales o las que uno va buscándose como un yonqui por internet. "House of Cards", de 1990, me dejó turulato, por ejemplo. Y de producción más reciente "The Fades", "State of Play", "Sherlock", "Exile", "Paradox", "Utopia", "Black Mirror" (al menos la 1ª temporada), "Psychoville", "Mad Dogs"... De esta última, la anécdota de encontrarme una mañana de sábado en el barrio con uno de sus actores, el argentino Tomás Pozzi. No se podía creer que lo hubiera reconocido en su papel de Tiny Blair. Cuando le dije que mi escena favorita era la que le tenía saliendo como una fiera de un armario para matar a los cuatro protagonistas, casi me da un abrazo de la emoción. ¡Un tipo que había visto su Mad Dogs! Y en Lavapiés. En fin. A lo que vamos, que es "In the Flesh". Después de ese giro espléndido que le hicieron los franceses a los zombis en "Les Revenants", esta maravilla inglesa. La última gota de pus que destila un no-muerto, la más poética. Zombis rehabilitados. Zombis reparados. Zombis con su seguridad social, sus medicinas y su entorno familiar. Tres episodios. Unos vuelven de la muerte, otras de Estados Unidos, in the flesh María Antonia, y es que ya no levantas cabeza con el peso del cardado. Tanatoplastia en ambos casos, si te debes a tu público. Cuando dieron por la radio la noticia del fallecimiento de la diva la escuché como en blanco y negro, y con una sensación de "deja vu"... La difunta quitándose años hasta su último día detrás de una media y las hojas del calendario pasando a toda prisa adelante y atrás como en una película de espíritus. La zombie hipnotizada. The Walking Pómulos. No sé si exigió que la enterraran con su maquillador, como supongo que también pidió Nefertiti, pero sí sé que a la niebla en los cementerios los zombis veteranos la llaman "flu", que presumidos los hay en todas partes. Aunque no me consta que le gustara "In the Flesh". Los veteranos de Vietnam son los más críticos con las películas de Vietnam, tanto más con un biopic. Y no fue el tabaco. Fue el engolamiento. Descanse en paz la mujer.