SEMIHOMBRE BLANCO HABLAR CON LENGUA DE SERPIENTE
No contra la codicia de los bancos. No contra la opresión de los débiles. No contra la corrupción. No contra la inhumanidad de los recortes sociales. No contra la sanidad sólo para los ricos. No contra la educación sólo para las élites. No contra la injusticia generalizada, los desahucios, el paro, la pobreza... El capo de los gordos obispos bisbisea con su lengua de serpiente para que los homosexuales no puedan casarse, contra el divorcio y contra la ley del aborto. Esa voz maliciosa de moco velado pidiendo más para los suyos. Exclusivamente para los suyos. Despreciando a la gente. Odiando a la gente. Qué le importa a la iglesia que el pueblo se esté muriendo mientras los ricos estén cada vez más lozanos y contentos en su bancada en Los Jerónimos. El jefe de los obispos no podía ser otro que la persona más mala de España. Puede que haya alguno que se le acerque, pero seguro que no sale tanto en la tele ni va vestido de adefesio. Ninguno con esa voz delatora, escalofriante.
Otro que delata el parecido de El Vaticano con Eurovegas.
ResponderEliminarLa iglesia es la mafia.
ResponderEliminarDejadle morir tranquilo, no quiere a nadie ni tiene quien le quiera. Es un pobre enfermo mental.
ResponderEliminarSí hay otra persona que se le acerca, incluso que le adelanta y es la señora Cospedal.
ResponderEliminarQue no muera tranquilo el adefesio!
ResponderEliminarGer
Tienes razón, Tecla. La semimujer Cospedal. Brrr... Qué frío.
ResponderEliminarNo me había fijado en lo grandes que tiene los ojos Letizia (el jerarca la llama "Liticia", como gallego de Vilalba que es), hasta que la vi besar con unción el anillo (no se olvide que anillo es diminutivo de ano, de modo que quien besa un anillo en el mismísimo y simbólico culo está besando) de este cura de Vilalba trasplantado al páramo castellano-manchego.
ResponderEliminarHabía tal arrobo, tal devoción en aquellos bellos ojos, tanto era el espacio en blanco que quedaba por debajo del iris de los ojos leticianos, que me hizo evocar los ojos ascéticos del "Apostolado" de El Greco.
No es broma: en vista de los alardes de devoción de la otrora librepensadora confesa, hubo altos clérigos que especularon con la posibilidad de un milagro...
Y que pudiera darse el caso de que Liticia fuese camino de la santidad.
Digo yo que si hicieron santos a don Josemari y a don Juan Pablo, lo va a tener chupao.
Salud.