viernes, 10 de enero de 2020

TRALALAILALAILEROOO


Arriba, Jesús Sanz Montes, el arzobispo más joven de España (tralalailalalerooo), luciendo barba concreta y palmito concreto en Oviedo, que ya es ascender a Dios por la fabada y eso sí que es religión de la que soy fiel devoto. Al hombre (madrileño) le aterra la Coalición de Izquierdas que va a gobernar el país durante los próximos cuatro años y le ha pedido a la Virgen de Covadonga que interceda y que salve a España. La que "ye pequeñina y galana" no sé si lo tiene agendado al arzobispo y a lo mejor no le ha llegado el encargo, pero esto de que todavía haya gente que se ponga a salvar patrias con santos, rezos y milagros es precisamente para lo que nos acabamos de arremangar en el Congreso de los Diputados: para que se termine de una puta vez, que la Iglesia devuelva lo robado y que se ponga a atender las necesidades reales (incluso espirituales) de los más necesitados, que por algo Cristo era un tío cojonudo y no la caterva de pederastas, meapilas y trincones que lo ha sucedido con la excusa infame de ser sus "seguidores". Y no digo yo que el de arriba sea uno más de ellos, pero uno menos tampoco (relato de ficción, señor fiscal), que es de la cuerda de Cañizares, de los de la matraca beata y sin dar un palo al agua, ni siquiera bendita, por los pobres... Pídales por ellos a la Santina, señor Sanz, arzobispo de España (tralalailalalerooo), o mejor, arremánguese usted también y póngase a trabajar en su favor con los que sí pelean por la verdad, la igualdad y la justicia, y salve a España en serio. Si volviera por Madrid se lo explicaría cualquier cura de la Parroquia de San Carlos Borromeo, uno de esos que no son almirantes como usted. Tralalailalalerooo...