miércoles, 16 de junio de 2010

THE PIANO HAS BEEN DRINKING


Me gusta esa raza de señores que miran la hora para saber lo que tienen que beber. Los tipos castigados que se quejan por todo, con la etiqueta de los calzoncillos de su jefe todavía pegada en la lengua. Las menopáusicas sin haberlo catado a gusto. Los viejos jubilados a los que no se les conoce de qué ejercieron: les piensas un pasado de piratas asaltando Maracaibo y luego fueron conserjes toda su vida y por enchufe. Los niños perfectamente maleducados. Las niñas con el mismo vago aire de puta malvada que su madre, la decentísima. Los que se hacen policías municipales por complejo de inferioridad. Los estanqueros que no dejan fumar en su estanco. El secretario general de un sindicato obrero, ese que gana más de cien mil euros al año y se agenció un "ático de protección oficial". Pero es que el piano ha estado bebiendo, no yo. Ya lo decía Tom Waits