domingo, 3 de febrero de 2013

MARIANO, UN SOPAS DE SOBRE


Es que yo pensaba que las sopas de sobre eran todas así, señor guardia, mirushté. 

O como decían ayer en Twitter: 

"¿Que tengo un cadáver en el maletero? Eso es mentira. Le enseño la documentación del coche y ya verá como no pone nada de ningún cadáver". 

La vomitona nacional está llegando a un nivel de absurdo tal que cuando pase el tsunami de fascismo, corrupción y mierda (y se sepa la verdad que quieran que sepamos), me temo que la sensación que nos va a quedar ya ni siquiera será de vergüenza, o de alivio, sino de tiempo perdido. Años de tiempo perdido haciéndole caso a una vociferante conga de mindundis y robaperas mientras los peores hijos de puta en la sombra nos robaban el futuro y todos los derechos sociales adquiridos hasta ahora. Qué más da que se confirme que Mariano y su banda llevaban trincando desde el origen de los tiempos. Anda y que no han sido listos de poner a un sopas al frente, de muñeco visible. Un sopas de sobre, el peor tipo de sopas, pero el mejor para las cosas de la transparencia. Agua clara. Liquidez. Cash. Porque también hay pasta de sobre. En Génova se pirran por ella. Aunque Rajoy salga a negarlo con el espagueti colgando, que viene a ser la pluma del canario en la boca del gato, oyesh. Rajoy, el que nos da a todos sopas con honda en honestidad.