LA SELVA EMPEORA A LA GENTE
Secuestrada
A Tarzán le sentaba estupendamente la selva, pero se ve que a las candidatas demócratas cursis no. Lo mejor es que salvó la vida; lo peor es que ni las serpientes ni la guerrilla lograron quitarle esa bobería sentimentaloide que tiene la chica. Con todo, enhorabuena por esa recuperada libertad para volver a misa, Ingrid, guapetona.