martes, 22 de octubre de 2013

EL COMISARIO POLÍTICO



En la organización social y militar del comunismo la figura del comisario "político" se insertaba por igual en un submarino que en una cooperativa de remolachas, lo mismo en una asociación de vecinos que en una patrulla de vigilancia en la frontera con Mongolia. Un comisario político que era el encargado de pegarle un tiro al campesino que no interpretaba correctamente las remolachas en función de la página 34 del Manifiesto Comunista o el responsable de que el torpedo se lanzara con la praxis narrativa más aproximada al estilo del 18 de Brumario, con su estela preciosa de materialismo histórico y su cabeza rastreadora con la perillita de Lenin. Un bicho robotizado, el comisario político, con Ratatouille Marx en los pelos y una picana eléctrica insertada en el culo y la manija de los voltios en la salita de fumar del Kremlin. Pues bien, el comisario político más destacado en el régimen fascista del PP es el director general de la policía, Ignacio Cosidó. Un tipo sin la más mínima experiencia policial -como los comisarios políticos bolcheviques al respecto agropecuario con los submarinos o en el plano bélico con las remolachas-, pero encamado entre policías de verdad, entre ellos el comisario Losada y el comisario Vázquez, y con la orden inobjetable del gobierno de pegarle carpetazo a cualquier investigación que pueda revelar a la opinión pública sus amaños, latrocinios y negligencias. Así que los policías que más sabían de remolachas y submarinos, de corrupciones y desmanes, han caído bajo la ira del comisario político Cosidó. Cesados en sus cargos por haber hecho su trabajo en la trama Gürtel y en su derivada, la trama Bárcenas. Fusilados a puestos de sobremesa. Que nadie toque al "Capital", que es nuestro. No más molestias libertarias de Losada y Vázquez. Dejo a la perspicacia de los lectores la identificación de los otros muchos comisarios políticos que tiene el PP encamados en periódicos, radios, televisiones, bancos, iglesias y demás cooperativas remolacheras. Lenin asomado a su barandilla en el mitin. Rajoy asomado a su barandilla de plasma en el vacío. Comisarios políticos hasta en Twitter amenazando de muerte a los que opinan como los mencheviques de Estrasburgo. Puto país.