sábado, 2 de enero de 2016

"TRUMAN" Y JAVIER CÁMARA


"Truman" es la historia de un perro. Y el perro es Ricardo Darín. Se muere de cáncer y ha decidido dejar todos los tratamientos. También ha decidido dejar a su mascota con alguien de confianza. La mascota se llama Truman. El amigo que viene de Canadá a tratar de convencerle de que siga en manos de los médicos es Javier Cámara. Es su amigo de toda la vida. Independientemente de la actuación de Ricardo Darín (que hace de perro de sí mismo y de sí mismo en concreto), la actuación de Javier Cámara es de Oscar. Un Goya con más geografía. En su caso, está nominado al Goya por la mejor interpretación de un actor de reparto. Un lujazo con todos los méritos para ganar, si no compitiera, entre otros, con Tim Robbins ("Un Día Perfecto"). He tenido mis más y mis menos con las intervenciones de Cámara en la tele y en el cine. Ese "puntito" de outsider seco. Esa interiorización de rareza... corriente... o de normalidad... ¿excéntrica? Y siempre "seco", como digo. Económico. Parcazo. Casi tacaño... Así siempre, salvo cuando recibía el pistoletazo de salida de su director... Cuando le soltaban de la correa y ponían a correr no sé qué liebre que también desataba su veta histriónica, hiperbólica, incontenible... Y llegaba a lo "jartible". De salao. De humanísimo. de comprensivo. De chavalote total. Pero, chico, fue después de verle de prota en "Vivir es fácil con los ojos cerrados", que me convenció para los restos... Y ahora esta maravilla de interpretación madura, exacta y emocionante. No creo que "Truman" se lleve el Goya a la mejor película. Lo hará "Un día perfecto", de Fernando León de Aranoa. Pero algo anda descompuesto en el cine español si no le dan el Goyazo al mejor actor de reparto. Y luego Darín que consiga ganarle a Tosar: la pelearraca del siglo. Primera entrada del 2016. ¡Salud! P´alante sin miedo. Con todo.