lunes, 2 de marzo de 2015

LA VIRGEN DE LA ROTATIVA


Ayer comenzó a cargarme por fin la agresividad de escaparate de Ana Pastor, aunque no me decido a meterla en la Canallesca Mala todavía. Como esos monjes shaolines que invitan de vez en cuando a la tele: no dudes en ningún momento de que el calvorota pasmado acabará haciendo alguna monería de kunfú. Lo que le pasa a la de arriba, pero con el periodismo "Porque Yo lo Valgo". Ya sea entrevistando a un botijo o al jefe de los marcianos que acaban de invadir la tierra, Ana Pastor, periodista de raza ("Woodward, ese hombre"), sabrá arrancarle tres o cuatro titulares giratorios con pantallazo de portada al final. Y se le nota demasiado la ansiedad. El ardor guerrero monísimo. La suficiencia. El pastel. Y que solo escucha del entrevistado lo que quiere oír. Las pausas petulantes de Jesús Quintero son ahora ceño o sonrisa, según toque. Y ahí está, Woodward, esa mujer, flotando por encima de su equipo en todas las secciones del programa como la Virgen de la Rotativa, "El Objetivo" soy yo, completamente subjetiva, y que le den mucho por saco a Alberto Garzón, por ejemplo.