viernes, 18 de octubre de 2013

EL COMISARIO LOSADA


El comisario Losada es un hombre serio, tenaz y amante de su trabajo. El comisaro Losada se ha partido la cara con el narco gallego y ha vencido. Al comisario Losada lo ascendieron en el ministerio de interior para investigar las tramas de corrupción desde la policía judicial. Al comisario Losada le tocó en "suerte" cierta trama, en principio menor y muy localizada, a la que llamaron Gürtel. Luego, por derivaciones de la investigación, el comisario Losada también se encargó del caso Bárcenas. Al comisario Losada lo destituyeron fulminantemente anoche. El comisario Losada le había dicho al partido popular que no admitía ninguna injerencia de ningún político en lo que era una investigación estrictamente policial. Al comisario Losada no le perdonan eso, que investigara el chalet de Ignacio González y las fiestas de cumpleaños de Ana Mato. El comisario Losada es el policía bueno al que los corruptos de asuntos internos le quitan la placa. O lo ponen detrás de una mesa de despacho donde no moleste. Ni investigue. Ni descubra. El comisario Losada se cruzó en el camino de un político corrompido, Rajoy, y lo ha pagado. ¿Se necesitan más pruebas para demostrar que la delincuencia política se ha adueñado del país?

DE COMEDIAS, BARES Y PUERTAS GIRATORIAS


Un tipo bastante mareado entra en un bar por su puerta giratoria, trompicando, y pide una cerveza en la barra con la que casi se ha dado de bruces. El camarero, un profesional, le dice que no le va a servir en su estado, y que, por favor, se marche. El tipo no se enfada, asume deportivamente que está borracho, y hace por salir del bar, pero la puerta giratoria le devuelve al mismo sitio, frente a la barra, y otra vez pide su cerveza mecánicamente, algo más confundido que la vez anterior. El camarero le repite que no le va a servir en su estado y que se marche de una vez a su casa a dormir la mona. El borrachito tampoco discute ahora, balbucea una disculpa, y trata de salir del bar para acabar otra vez dentro del local por culpa de la puerta giratoria, de nuevo frente a la barra, ya confundido del todo, para pedir mecánicamente su cerveza de rigor y recibir la respuesta cabreada del camarero que ahora sí que se le ha enfadado de verdad y ya le está afeando de mala manera su insistencia, su poca vergüenza, su ropa sucia, su olor nauseabundo... El borrachito lo calla con un gesto, carraspea, y consigue preguntarle con toda la nitidez de la que es capaz: "¿Qué pasa, que todos los bares son tuyos?"... Mi puerta giratoria favorita de Madrid es la del muy literario Café Comercial, a orillas de Malasaña. La misma que la de la exministra Ángeles González Sinde. De la Cultura a lo Comercial pasando por el Planeta, y olvídate de la cultura. Una tontería de poco menos de 200.000 euros para ella y promoción gratis para que Lara venda mejor su libro. Una tontería de subvenciones al Grupo Planeta en su etapa en el ministerio y el cobro a posteriori del favor debido en todos los escaparates. Discretamente. Sólo de finalista. Una "comedia". Aunque no hayan pasado ni dos años. "El Buen Hijo". La buena hija. La campaña. Tan en secreto como las puertas giratorias que han llevado a borrachos de todos los ministerios y presidencias del gobierno a los bares de siempre: Iberdrola, Endesa, Gas Natural, Telefónica, Banco de Santander, Repsol, etc. Por sus malas cabezas y los efluvios de grandeza que provocó en ellos su estado etílico. Una casualidad que fueran precisamente a esos bares a los que dedicaran gran parte de sus esfuerzos y medidas cuando estaban en el gobierno (y olvídate de la gente): ayudas para terrazas, toldos subvencionados, clientelas cautivas, camareros esclavos, y una pastizara en impuestos por tomar el sol gratis, que esto es un bar... Pero volviendo a la realidad, a ver lo que tardan los amigos piratas de González Sinde en sacarle el libro en PDF y colgarlo por la patilla en todas las páginas porno del Ministerio de Cultura (en agradecimiento a la Ley SinDerechos para los ciudadanos, todo para las multinacionales). Ministros del ramo también han sido Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy, así que un respeto para la cartera. Bueno, y Carmen Alborch. De ella se decía que le pegaba un bocado a una esquina y te hacía un anfiteatro. Y a ese nivel de maledicencia, González Sinde entraba en una boda y se suicidaba el mariachi, aunque ahora escriba comedias de mucho éxito.

(Me encantan los audiolibros que le he puesto)