jueves, 19 de marzo de 2015

LA VENGANZA DE LA DIOSA CAISSA


Vendrán explicaciones sobre la foto de la partida de ajedrez con la casilla blanca a la izquierda (lamentable efecto óptico, provocación intencionada, dramaturgia fractal, qué sé yo), pero la caricatura sin gracia te la has ganado, Juanito, Kafquilla de los tableros. Has topado con el sacerdote más tonto de la Diosa Caissa, pero uno de los más devotos.

EL AJEDREZ SEGÚN JUAN MAYORGA


Elena Rayos, entre César Sarachu (a la izquierda) y Daniel Albaladejo. / MALOU BERGMAN                            
Foto El País

Parece ser que en "Reykiavik" Juan Mayorga se va a atrever a poner en escena el terrorífico duelo que mantuvieron Boris Spassky y Bobby Fischer en 1972 para disputarse el campeonato del mundo de ajedrez en la capital de Islandia. Y porque me gusta el ajedrez acudo interesado a la noticia de El País, pero con lo que primero me encuentro es con la foto de arriba, que tiene su miga, su ignorancia y su insulto, ahí donde la ven. Juan Mayorga, el fenómeno teatral de este país, hace que sus jugadores de ajedrez tengan el tablero mal colocado, con la casilla blanca en la esquina de la izquierda. Como si en un partido de fútbol colocaran las porterías en el centro del campo, o peor, que en el fútbol casi se puede jugar con las porterías al azar y en campos de tierra. Sin embargo, en el ajedrez no. Los escaques son invariables y su disposición para las piezas está regida desde hace miles de años con la imprescindible casilla negra a la izquierda del jugador. SIEMPRE. Alguien me podría decir que es un efecto óptico... Lo dudo. Pero si lo es, y si es el ajedrez el centro de su obra de teatro, más respeto por las fotos de promoción si no quiere tenernos en contra (y más cabreados que monos con guillette) a todos los ajedrecistas con un mínimo de vista. Porque es esa foto de arriba la que mejor explica la profusión de los textos de Juan Mayorga por doquier y su omnipresencia en las "tablas" de todos los teatros de España: sabe de todo, escribe de todo, con todo se atreve. Y yo que me alegro. Me como el pastel. Rendido quedo. Tumbo mi rey blanco junto a la dama blanca, que por azares de la partida todavía permanece en su casilla negra de inicio, según Juan Mayorga.

                                   
                                  Juan Mayorga, autor teatral, matemático y ajedrecista sin par.