viernes, 27 de enero de 2012

BÍBLICO

En el punto social de la risa el miércoles hubo una cumbre. Un penalti en la tele. Un penalti que no se pitó. Un ser humano en su razón y peso, enfadado como un mandril, gritó hacia la pantalla en un silencio de bar: "¡¿Que no ha sido penalti?! ¿Que no? ¡Eso es un penalti bíblico!". Amén.