miércoles, 9 de marzo de 2016

EL VERBO "MUJEREAR"


Somos tontos hasta lo imputable, yo el primero. Y jugando con el lenguaje más. Entre las iniciativas lingüísticas más tontas de ayer, Día Internacional de la Mujer, estuvo la de cambiarle el nombre al edificio de la Carrera de San Jerónimo porque "Congreso de los Diputados" discrimina a la mujer, esto es, a las "diputadas". Como si en el plural no estuviéramos todas, "bedelas" incluidas. ¿Qué nombre proponen? ¿Congreso de l@s Diputad@s? ¿"Congreso de los Arrobas"? ¿Garito Epiceno de las Broncas? ¿Travestimos a Daoíz y Velarde, los leones, en leonas? Pero si no tienen huevos, por favor, y esas melenas ya son de Drag Queen total... Como los semáforos sólo para escoceses en Valencia... ¿Por ser mujer lo tuyo es llevar faldas? ¿Qué tal un semáforo con una muñequita depilándose las piernas? ¿Todas las estatuas ecuestres son a caballo? ¡¡Por un mundo en el que los héroes de bronce vayan montados en una yegua!! Se me ocurre un verbo para todas estas tontás, el verbo "mujerear", el verbo para quedar tontitamente correcto y no enfadar a las energúmenas (sí, en esto hay igualdad por los dos sexos). ¿Has mujereado ya el discurso para la propuesta de la nueva reordenación urbana de Cáceres? Sí, es media hora más largo. Entre cacereños y cacereñas, amigos y amigas, y avenidas y avenidos, media hora más, fijo... Así que voy a mujerear la tontá de arriba con una pincela del photoshopa.


No queda más largo, pero ahora parece más apropiado para que vayan esposando (¡machismo con cadenas!) a Rita Barberá, Sonia Castedo, Esperanza Aguirre, etcétero, etcétero, etcétero...