viernes, 5 de febrero de 2016

DEMÓSTENES EN ROQUETAS DE MAR


La sensación térmica de que estamos en el corazón de una mierda se intensifica día a día, pero hay momentos de carcajada terminal, de risa en el patíbulo, como decía Rimbaud, descarga de premuertos y pañol de histerias. Anoche fue con Gabriel Amat (arriba), el alcalde de Roquetas de Mar, en El Intermedio. Un (presunto) patán navajero del PP y con sus pocas luces manifestándose a las claras en su manera torva de mirar y de amenazar como el padre fascista de todas las adolescentes escapadas de casa con su novia, La Libertad. Qué elemento. Qué cosa más (presunta) bestia. De flipar. Presunto corrupto, presunto todo. Y ahí, de alcalde, de presidente de la diputación y de líder del PP en Almería, tu preciosa bahía... De andaluz profesional. De liderazo del cortijo amañando (presuntamente) lo que puede y más para sí mismo y para las empresas familiares. Terrenos, contratas, concesionarios y palmeras localizadas por GPS y por su yerno. Porque él lo vale y lo puede y lo quiere y lo paga el municipio. Eso ayer. Pero en Youtube hay más carcajadas desahuciadas a su costa. Estas risas de 2012, y también en El Intermedio, no tienen precio. Que al hombre le parece que hay que quitar de en medio a algunos periodistas que nos desprestigian con sus páginas y con su internet. Demóstenes en Roquetas de Mar. Aquí. Lo dicho. La sensación térmica escatológica y subiendo.