lunes, 14 de mayo de 2012

CUANDO GOBIERNAN LOS SICARIOS


De alguna manera "democrática", por terror, por rencor, por venganza, hemos puesto en el gobierno a los sicarios y mamporreros del Capital en toda su gama de criminales: defraudadores, especuladores, integristas cristianos, multimillonarios, ladrones, fascistas y magnates (también mangantes). De alguna manera "consensuada", por ilusos, por estúpidos, por cambiar, hemos colocado en los puestos clave del gallinero a los peores zorros que ha visto nunca este país: una secta de pijos sin escrúpulos más europeos que nadie (de los que iban a Londres a abortar, a Perpignan a que les untaran el culo de mantequilla y a Berlín a conseguirle un pasaporte nuevo a su amigo, el de la Legión Cóndor). De alguna manera "civilizada", por desesperación, por odio, por banalidad, hemos conseguido que la codicia pase por pertinacia y la ambición de poder por voluntad de servicio en una pandilla de desaprensivos con la misma idea del Estado que el empresario de un matadero. A los mercados también les importa la carnicería. Están de acuerdo en todo. Los hemos puesto ahí nosotros. Ahora sólo organizan los pasillos. Los nazis los llamaban duchas. A estos cerdos les he oído eufemismos más complicados para disimular la matanza. Al de arriba el que más. Espero que algún día podamos asistir al Juicio de Nuremberg de lo que se está haciendo con la gente. Los que sigamos vivos. Y siempre Alemania, oye. Qué tendrán esas salchichas que los vuelven locos... Menos a los de Renania, parece. Una luz. ¿Ves? He dicho "salchichas" y el De Windows ha empezado a pensar.