lunes, 11 de octubre de 2010

BALDOMERO ROMERO RESSENDI, EL MALDITO CACHONDO


Ressendi, uno de los pintores malditos del XX. Sevillano. Una leyenda que desconocía. Tan maldito fue que han conseguido que apenas se hable de él. Por ir por libre. Por exagerado. Por bohemio tremebundo. Por putero, amigo de los gitanos, parásito de militares, vampiro de curas, padre horrible, puto pintor genial. Entre un Valdesleal alegre, un Goya con el oído fino, un Solana harto de vino y la misma imperdonable sinceridad en los retratos que Velázquez. Vale que me ha entusiasmado, pero así son las alegrías. Si hasta le encargaron unos frescos para el Valle de los Caídos y Franco tuvo que comérselos de impresentables que eran... Por ahí deben de andar los bocetos en algún trastero facha. Excomulgado también (?) (*). Pintó por encargo un tentaciones de San Jerónimo y aquello daba la impresión de que el bueno de Jerónimo había caído en todas y cada una de las tentaciones sudodichas. Para mondarse. Una máquina de libertad, el amigo. El de arriba, un autorretrato de los muchos que tiene (pintado por él, una reproducción del original); el de abajo, una triste copia mía (mía, pobre de mí) de su cuadro "Penitente". Si se le quiere echar un vistazo a su obra, aquí hay una magnífica exposición con, parece ser, lo mejor de su repertorio conocido. A saber lo que habrá por ahí de invisible en las casas de las marquesonas a las que dejó temblando. No tiene desperdicio la entrevista que da su hija al final del trabajo al ABC. Manolo Sanlúcar parece que le acaba de sacar disco al bicho. Por flamenco. Ole sus huevos. Y que Tapies siga vendiendo por ahí...

* Nota Bene 12-10-2012:
A tenor del comentario nº 14, he vuelto a investigar la supuesta excomunión del artista (que di por cierta en su día a la ligera, mea culpa) y, efectivamente, no me ha sido posible verificarla al cien por cien. Unos testimonios la dan por efectiva (incluso el de su hija Paloma), otros sólo por amagada. Lo único que parece fielmente contrastado es el cabreo tremendo del Cardenal Segura de Sevilla en 1946 cuando nuestro genio le presentó el ya citado cuadro de "Las Tentaciones de San Jerónimo". Se le salieron los ojos de las órbitas con la cruda y maravillosa estampa, y todas las meninges despotricando contra Ressendi en su sermón de los sábados en la catedral de Sevilla. Un energúmeno endiosado, el Cardenal Segura, famoso por sus peleas con Franco ("Caudillo" sólo es el jefe de una banda de forajidos) y por excomulgar en pleno, ahora sí, al Ayuntamiento de Los Palacios por permitir el baile "agarrado". Sirva esta nota además para reiterarme en mi simpatía y admiración por Romero Ressendi (el artista y el hombre), y que cierren definitivamente esta entrada mis disculpas a la familia por los malentendidos que haya podido provocar mi entusiasmo.