martes, 13 de diciembre de 2022

VAMOS, ARGENTINA, CON LA ILUSIÓN QUE LE HACE A MESSI...


Modric, no fastidies, ¿vale? 

 

INDULTAN A DAVID BOWIE


Vuelta la mula al trigo. "Grafiti indultado". Como si hubiera hecho algo malo. Y bien bonita que es la pintura, arriba (spray on concrete, supongo, aunque más bien parece spray on tile, incluso acrylic). Obra de un artista consagrado (al menos consiguió engañar a Madona para que le comprara un cuadro), Jesús Arrúe, valenciano. Lo pintó en la calle Beneficencia de la propia Valencia, iban a derribar el edificio que le servía de soporte y ahora está tan ricamente en el Museo del Carme después de una machacona campaña de lobby de su autor, otra campaña de crowdfounding y un largo y complicado proceso técnico de extracción. Vale, que el artista no sea un mindundi y que se haya empeñado hasta la pesadez en salvar la pintura no quita para que me siga jodiendo la condescendencia y el paternalismo del estado en este sentido, interviniendo e "indultando" como si estuviera por encima del bien y del mal, cuando lo que suele hacer es aplicarle chorros de pintura gris a cualquier obra de arte que pesque por la calle, sea de la calidad que sea. Porque "INDULTAR" supone un delito previo, hostias. Insisto. Y una autoridad sobre el arte que me río yo... Y salvo algunas firmas espantosas y los rayajos en los muros que se ven por ahí, hay grafiteros de mérito que no necesitan ninguna autoridad ni compasión de las instituciones para que los "indulten". Es más, en la raíz del arte callejero está su caducidad, su accidente, su urgencia; ser efímeras les da a estas manifestaciones artísticas el valor añadido que no tienen las Murallas de Lugo, por ejemplo, que también las hicieron en la calle, pero con el "permiso", esa es otra, del ayuntamiento de turno. Conceptos enfadosos aparte, ahí tenemos a la postre  (de posteridad) al bueno de David Bowie en su nuevo "estado civil", indultado como un toro bravo, libre en la dehesa, marcando silueta y con toda una vida por delante para follarse a todas las vacas que se arrimen a su zona museística. O becerros. Bedeles incluidos. Pasará el tiempo y veremos una inusitada densidad de valencianos con los ojos de distinto color. Ojalá también en nuestras magnificentes instituciones... Comisarios de muestra, secretarios de cultura, asesores artísticos... En valenciano: Che-che-che-che-cheinyeeé... Change.