lunes, 24 de octubre de 2011

EL WATERPARTIES DE BARGAS YOSA

Ya lo hizo cuando recibió el nobel, el muy chivato, cargándose un puñado de obras maestras de la literatura por la vía de destripar los finales. Ayer volvió a hacer lo mismo en la pomposa columna con la que le lame EL PAÍS sus suecas nalgas. Eran sus espantosamente mal escritas impresiones de burguesito ñoño sobre THE WIRE, ahora que por fin el genio aflautado ha conseguido sacar tiempo al tiempo para verla entre sus muchas ocupaciones de maruja literaria. Los Dioses Inconscientes, se titulaba la pieza. Lo bueno: que se fotografía él solito como el pánfilo caducón en que lo ha convertido la política, el dinero y la vanidad; lo malo: que realmente jode puntos de la trama de THE WIRE al que no la haya visto aún. Vargas Llosa, el ínclito mediocre acercándose a ver de qué va el siglo XXI como un guacamayo oliendo un pendrive con cautela. Vargas Llosa, el que quiso ser presidente del Perú como Cher. Vargas Llosa, el de la Fiesta del Chivato. En inglés, un spoilersport. En español, un aguafiestas. Y en más español todavía, el "waterparties" que disfrutó viendo cómo los risueños estibadores afrontaban la crisis en el puerto de Baltimore y al que Mc Nulty le parece entrañable. Palabras suyas. Varguitas, una cosa, oye. Te voy a dar un consejo. Eres idiota.