viernes, 25 de junio de 2010

EL ÉXTASIS DE LA GÁRGOLA

Aliviadero de Dios, cuando no de su puta madre, pero seguro que también mío por lo que me alivia dibujar. Con todo, he visto gárgolas más inexpresivas en la cola del pescado, bolsito paragüero en el antebrazo. Anoche petaron en lata los cielos de Madrid. Imagen de Rouco Varela asomándose en su ventana draculina a chupar de las tetas súcubas de las nubes. Súcuba, dícese de la demoña que se te mete en la cama. Aquí un amigo, aquí mi súcuba. No, no podemos tomarnos nada contigo. Nos íbamos a acostar ya.