lunes, 5 de marzo de 2012

LA INVASIÓN EXTRATERRESTRE

En la voracidad de la derecha hay algo primigenio, maligno. Una cosa de alimañas en el légamo, de bestias informes, de virus asesinos, de depredadores ciegos... Una cosa de invasión extraterrestre. Y Madrid es el escenario de las primeras masacres sobre la especie humana (humana en el mejor sentido). Ataques a las fuentes de suministro de agua (destrucción del Canal de Isabel II), dominio telepático de las mentes (supresión de Educación para la Ciudadanía, desaparición de profesores, terrorismo en institutos, colegios y guarderías), sabotaje de los centros de socorro (dinamitación de la sanidad pública), esclavización de la clase obrera (reforma laboral), criminalización de los derechos ciudadanos (la protesta social es un delito) y complicidad con mutantes sicarios y con la proliferación de nuevas plagas apocalípticas (Rouco Varela, Tele 5, Esperanza Aguirre, el lenguaje no sexista, Jorge Javier Vázquez, Ana Botella, la FAES y su liebre, el sin bigote, los privilegios a la Iglesia, Anne Igartiburu, Mariano Rajoy, el intrusismo de la Iglesia, Intereconomía, Belén Esteban, Rosa Díez, el parasitismo de la Iglesia, Santiago Segura, Dolores de Cospedal, José Luis Moreno, la fatuidad de la Iglesia, Soraya Sáenz de Santamaría, Lucía Etxebarría, el Tribunal Constitucional, Guindos, Wert, el fraude fiscal, Montoro, las Sicav, Tomás Gómez, el aparato digestivo de Carmen Matgi, Carmen Chacón, los paraísos fiscales, Fabra, Camps, la soberbia chabacana de Rita Barberá, Amaya Salamanca, la sosería asesina de Ana Mato, Amaya Montero, Zaplana y la puta ley antitabaco... De modo que me temo que esto va a tener un final chungo. Chungo pero de verdad. Con sus muertos, sus ciudades arrasadas y una guerra en todos los frentes por defender un modo de vida. Entre los hombres libres y los bichos del espacio. No va a ser una emisión macarra de radio como en la Guerra de los Mundos.