domingo, 1 de abril de 2012

EL BOCADILLO FILOSOFAL

La piedra filosofal, como la piedra de toque, necesita un punto de referencia. El bocadillo filosofal tiene como referencia el mollete de Antequera caliente con aceite de oliva y jamón. Ese bocadillo de toque. Fuera zarandajas. El Sur no es un estado de ánimo. El Sur es un sitio donde los molletes de jamón van sueltos por la calle, piden café con leche con mucha gracia, están en el aire y perfuman las mañanas. Sevilla, por ejemplo. Una conversación de tú a tú con ese mollete que ha tenido la cortesía de sentarse contigo, y todos los problemas adquieren la condición relativa que necesitan para disolverse en optimismo y lucidez. A qué preocuparse por el muslo de una merluza, si todo va en el carácter y este país es así. Nos dejamos invadir hasta cierto punto y luego reaccionamos. Sean los romanos, los visigodos, los árabes, los franceses o los belgas. Vale, nos ha invadido Bélgica. Tenemos a los belgas incluso en las Cortes. Hasta las cachas de los belgas. Como siempre. En su día nos afrancesamos. Ahora nos abelguizamos. El Empecinado de nuestros días se está zampando en estos momentos un mollete como el de arriba, sonriendo por el colmillo. Como siempre. Tranquilos. Tranquilos. Tranquilos...