lunes, 19 de diciembre de 2011

UNOS QUE VIENEN, OTROS QUE SE VAN

Pobre Vaclav, que ya no podrá hacerle sombra a ningún dirigente político europeo ni en dramaturgia, poesía ni visión lúcida de conjunto. Un referente que se muere para dar paso a otro, nacionalgallego, más dramático que dramaturgo, con la poesía de un caramelo de baba y la visión oscurecida y húmeda de las criaturas de armario que han enviado a su ectoplasma a medrar fuera, soplar un par de pollas en secreto, un par de docenas en público (iglesia y banca) y correr ladrando a la voz de sus amos para intentar meter el rebaño donde le digan. Hoy empieza a ladrar el perro. Llamará por sus nombres a la jauría que necesita para cometer la fechoría que le han ordenado. Sodade. Pobre Cesárea.