martes, 8 de julio de 2008

LA JAMAICA CHICA

Tal y como está la cosa ahí fuera, comprendo perfectamente a todo el mundo que opta por tener un mundo interior propio. La consciencia, aparte de ser una función cerebral (un timbre con espejo), es un concepto cristiano, una cosita moral. La inconsciencia, sobrevenida, ayudada, voluntaria o provocada, siempre ha estado más del lado de Baco, Dionisos, Epicuro y toda la barra. Y que le den por culo a la lucidez. Aunque me joda infinito contemplarles día sí y día también vacilándole al oxígeno, sin obligación alguna, y con la risa boba de experimentos de laboratorio. Por las carcajadas que se oirán en alguna parte muy localizada del Apocalipsis, seguid con lo vuestro.

EL REY DE LA HIERBA

Efectivamente. Nadal es el rey de la hierba. Y probablemente sin haber fumado un porro en su vida. Los reyes de la hierba del barrio están en la heroica esquina de la iglesia de San Lorenzo. La Jamaica Chica. Otro tipo de incienso y otro tipo de milagros. La policía los cachea de vez en cuando, pero sólo para cerciorarse de que no llevan ningún libro o las llaves de sus casas.