domingo, 10 de marzo de 2013

PABLO RUZ, PATRIMONIO NACIONAL


El primer casco celtíbero de Arátikos que consigamos recuperarle a los alemanes de Maguncia, para el juez Pablo Ruz, que le va a hacer falta. El sustituto de Garzón está desbordado, pero se le ve con espíritu guerrero. Ha pedido para sí las implicaciones de Bárcenas en la trama Gürtel y ya ha enganchado a Urdangarín en los mismos flecos de Correa, de donde también cuelgan Rita Barberá y Francisco Camps. Tiene en su cabeza y en su mesa el destino de este bendito país de mierda. La corrupción del PP, la impunidad de la Casa Real y la deriva antidemocrática de todas las instituciones. Un tío solo. Y van a intentar machacarlo. Ahí están las bandas de forajidos del derecho preparando el asalto a su despacho. Los mercenarios de los bancos. Los pistoleros del PP. Los cazarrecompensas de la monarquía. Quizá se coordinen. Quizá no. Pero todos le tienen en estos momentos como objetivo. "Sólo ante el Peligro". "Atmósfera Cero". Y "El Último Mohicano". Los capos de la mafia italiana, sus Gürtel sicilianos de toda la vida, sus Malaya de la nanghretta, asesinaron al juez Giovanni Falcone cuando se vieron en una parecida. En este blog acabamos de ponerle un casco mágico a nuestro héroe contra los malos. Y me temo que no exagero si pienso que Pablo Ruz representa nuestra última línea de defensa frente a tanta podredumbre y fascismo, y, a la vez, nuestra primera posibilidad de contraataque total en muchos años. El pánico que me da es que lo sabemos nosotros, pero también lo saben ellos. Como en la Batalla de Inglaterra, nunca el destino de tantos dependió de tan pocos. Así ha venido la Historia y a esto hemos llegado: a un joven con un casco celtíbero arrancado a los alemanes, un lápiz roto, y un libro de derecho por todo escudo. Arriba, el silencio de las estrellas. Abajo, la melodía silbada de "Sólo ante el Peligro". Tic, tac, tic, tac. Suerte, campeón, que el simpático camarero Lowon comienza a agacharse despacito detrás de la barra del saloon... Me cago en to' lo que se menea, si no le echamos una mano a este tío cuando empiecen los tiros.