viernes, 4 de febrero de 2011

UNA EDUCACIÓN SIN DATOS

Hoy no se le exige, no se le pide, no se le sugiere amablemente al niño que memorice. Acabas preso, si lo intentas. No se le puede atiborrar la cabeza con datos. Aunque sea con un dato tan sólo. Si tiene que acordarse en algún momento dado del nombre de un río, por poner un hecho acuático, fluctuante, pero hecho, ya habrá alguien que subraye en los alrededores la palabra cuenca, o cauce, o afluente, o agua. Y el niño sabrá que lo más importante de todo no es el nombre del río, sino que tendrá siempre un gilipollas a su lado para atusarle el pelo y comprarle chucherías a cambio de no tener ni puta idea de los ríos ni de nada que fluya ni falta que le hace, con su cordillera, su vertiente y su puta desembocadura, como si te adelantaran el final de una película. Para qué saber el nombre de esa mierda de agua que corre sin asfaltar. A quién le importa. A quién se le va a preguntar eso que no te denuncie por maltrato. Para qué saber nada ni hacérselo saber a nadie, si lo que hoy necesita un niño exclusivamente es tranquilidad, tiempo libre y dinero, como un aristócrata. Supongo que habrá maestros por ahí arrancándose los ojos de impotencia. Otros habrá que estén de acuerdo con no joderle la infancia a ese pobre niño y dejarle sin saber que el Everest es navegable. Cuando los veo regresar de sus clases, a los niños digo, con esa cara de absurdo tiempo perdido, loqueando por recuperar su consola, gritarle al padre, burrear por las calles con su estúpida e inútil mochila con ruedas... Cómo añoro las hostias por equivocarte con el Nalón, que era el Bidasoa. Ay, los ríos de la cantábrica, que ni tiempo tienen de recibir comentarios afluentes con esa vertiente tan corta que se gastan, hala, plis plas y ya están en el agua grande que es el mar. Cuál. El Cantábrico, como su propio nombre indica y no hace falta que lo memorices, no sea que me denuncies. ¿Hay algún niño leyendo por la noche en su cama? ¿Lo hay? ¿Existen todavía esas criaturas del pasado? Como lo fui yo, tan degenerado hoy... ¿Están ahí?