sábado, 16 de mayo de 2020

DIARIO DEL CORONAVIRUS EN ALGÚN LUGAR DE LAVAPIÉS (64º DÍA DE CUARENTENA)


Aparte de mis acampadas con los niños del albergue, felizmente aislado del mundo la mayor parte de muchos veranos y ya han pasado años, lo más parecido a una cuarentena que he vivido creo que fueron mis paperas de pequeño. Recuerdo haberme tirado días y tardes enteras de rodillas dibujando caras de señores con chistera sobre una silla de asiento circular en el cuarto que compartía con mi hermana. Supongo que sería la fiebre, pero no recuerdo ni la fiebre ni otra cosa, salvo que me venían a ver de lejos y que no me tocaban ni con un palo. Eso y la obsesión por aquellos señores con chistera sin parar en mis hojas pautadas de libreta. ¿De ahí me viene mi aversión por los banqueros? Puede ser. Y que quedé inmunizado contra ellos, por supuesto.

El Marqués de Salamanca fue un banquero.

El tiempo que estuvimos trabajando en el documental de Manolo Tena frecuenté parte del Barrio de Salamanca y aquí sí que puedo decir que fue por exigencias del guión. A pesar de haberlo hecho sobre todo en una calle que orillaba al Parque del Retiro, con lo mucho que purifica y asilvestra esa cercanía, juro que por allí hasta las asistentas que bajaban al perro con el pico de la falda blanca asomándoles por debajo del anorak y los conserjes de mono azul de mantenimiento de los edificios "señoriales" cuando salían a echarse un pito, se comportaban con un aire y con un meñique cursi en los andares y estares que no he conocido en ningún otro barrio de Madrid, los Austrias incluidos. Algo untuoso y suficiente se les pegaba en la piel a las "personas normales" que trabajaban para ese Barrio-Urbanización de herederos millonarios venidos a menos, aristócratas rancios y banqueros con el monóculo en el culo de ahorrar incluso lo que cagaban. Ni en los bares con apariencia estándar se libraban de la pose, no digo ya de los precios hinchados. Y los comercios, de verdadero pasmo... Zapaterías a quinientos euros el zapato solo, joyerías de perder el reloj propio si entrabas, fruterías de ir a adoptar un kiwi, peleterías redundantes de zorras para zorras, tiendas exclusivas de muebles exclusivos para gilipollas y galerías de arte de pagar la pastizara por la mierda con monóculo de antes, ahora firmada y en el escaparate. Manolo es que vivía en Ramón de la Cruz y su hermano tenía la productora en la calle que dije antes, así que pocas maneras había de escapar de allí como no nos fuéramos todos de excursión a Benquerencia de la Serena, Badajoz, cosa que hicimos a la que tuvimos la mínima oportunidad... Las caras de señores con chistera de mis paperas de pequeño como las máscaras de chinos mofletudos que sacaba Terry Gilliam en "Brazil", los Barrios de Salamanca de cada uno.

Iba a lamentarme por la muerte hoy de Julio Anguita, pero creo que ya lo he hecho de algún modo. Le había cogido cariño a ese hombre. Siempre representó el idealismo de la izquierda para mi. Su punto quijotesco. De acuerdo, de vez en cuando era como era, pero todo lo que tenía de orgulloso y enfático lo tenía también de honesto y lúcido. Cuando se ponía de mármol para que lo citara la historia tenía su punto de pedantería, sí, pero ese mármol también amedrentaba a los fachas, que sabían que en cualquier momento podía lanzarse de cabeza contra ellos. Era bravo y también le tenía alergia a los señores con chistera, los profesionales de la política, del capital y de la corrupción, tantas veces de la mano. Descanse en paz El Califa. ¿Podrán reunirse más de diez personas en su funeral en Córdoba? ¿Habrá misa? Los rojos podemos equivocarnos en nuestras convicciones lo mismo que los beatos de derechas, pero reconoced que, después de muertos, si el rojo se ha equivocado, el cielo sólo puede ser una sorpresa agradable; y si toca lo otro, para un rojo el infierno es una pista americana más. Los que sí arriesgan de la hostia son los beatos de derechas, porque el cielo al que aspiran sólo puede ser de pago y no por méritos de bondad, que han sido y suelen ser malos malvados malignos de por vida, por eso invierten tanto en curanderos con sotana y charlatanes de púrpura que cobran por enseñarles el piso piloto en tonos celestitos. Pensad que si los fachas tienen razón con su Más Allá encima van al puto infierno. Y ellos sí que no están entrenados después de tanto conserje y de tanta asistenta...

Parte de los aplausos de hoy irán por Anguita. Murió un político íntegro. Todos los demás deberían agachar la cabeza en señal de respeto y vergüenza. No lo harán. Incluso los hijos de puta de los fachas se descolgarán con algún elogio. Como diría Pérez Reverte, lanzadas a moro muerto. Viva Córdoba. Unas bravas para todos, Rosa (Aguilar). Busque usted La Internacional en spotify.

UN SELFIE PARA LOS MANIFESTANTES DE NUÑEZ DE BALBOA...



Nuestro abuelo salió a correr por vuestra zona y nos mandó esto... Sus nietos estamos por ahora en casa respetando la ley y cuidando la salud de todos, pero ya saldremos, ya...

HOY MÁS QUE NUNCA...


Vas a pinchar un enlace, se recoloca hacia abajo la pantalla de improviso y el puntero del ratón marra en un icono del paisaje como cuando al tirador le mueven el codo por accidente. Y se abre el banner con el anuncio de una universidad con fotos de felices alumnos... Antiguos alumnos... Alumnos muertos. Por los tonos vintage, los degradados celestiales y los sepias, felices antiguos alumnos muertos. Si esa es la primera impresión, la cagaron los publicistas. Pero luego aparece el rótulo con el destacado "ve más allá" y todo encaja perfectamente: los publicistas la cagaron y el anuncio es espantoso. Casi un: "Ve hacia la luz, Caroline". Y tú vas a estudiar en el Más Allá, ahora que no puedes salir de casa... Tras las risas y el catch para subirlo al blog, recordé la valla publicitaria gigante que tuvo que retirar Iberia del cementerio de Chacarita en Buenos Aires y que veían todos los pasajeros cuando su avión descendía para la maniobra de aterrizaje: "Con Iberia ya habrías llegado".