DIARIO DEL CORONAVIRUS EN ALGÚN LUGAR DE LAVAPIÉS (7º DÍA DE CUARENTENA)
Le mando un wasap a un amigo celador del hospital Ramón y Cajal: que le aplaudimos todos los días a las ocho y esas cosas. "Esas cosas" son cervezas para cuando nos volvamos a ver, que se cuide mucho, etc... Los tíos somos así. Pero por dentro "esas cosas" son muy otras aunque no se las diga... Que no se muera, que gracias de la hostia, que me siento muy orgulloso de él... Cosas de tíos cuando no las decimos... Josito es de Lavapiés y su abuela de Córdoba. De viva, entraba en su bar habitual pidiendo una "tostá con asaite" como una menina gorda, rubia y vieja, y tenía una mala leche de soltarlas con la mano abierta del derecho y del revés, pero crió a Josito en su casilla de la calle Salitre, supongo que hasta que tuvimos edad para encontrarnos en los bares. Con él hay confianza, hay confidencias, hay rondas, hay tocada de pelotas, hay risas, hay acompañarnos a casa de madrugada, hay una costumbre y hay un alegrarse mutuo cuando nos vemos o nos veíamos, cada vez más de tarde en tarde... Josito se fue unos años a Australia y lo único que aprendió de inglés fue la palabra "Forster", volvió y, no me preguntéis cómo, se hizo celador en uno de los hospitales más importantes de España, el Ramón y Cajal, como dije... Calvorota, dicharachero, generoso, y casi feliz con su hijo más alto que él y su mujer por teléfono... A los pocos minutos de mandarle mi wasap tontuno me devuelve el mensaje de texto con cuatro audios seguidos... Es su voz de bares y risas, pero muy cascada y muy cansada, cansadísima... Se alegra de saber de mí, se alegra de verdad, dice... Pero todo es un puto caos... Esta noche han caído (literalmente) dos compañeros suyos infectados. Primera línea de defensa, los heridos a retaguardia. Y que nos lo tomemos en serio, muy en serio, todo lo en serio que podamos, que solo los que están muy bien físicamente libran con suerte y que los que tienen algún tipo de complicación las pasan muy jodido, pero muy jodido, jodido, jodido... Que esto va para largo y que lo que se cuenta de los infectados en la tele solo es una cuarta parte como mucho de lo que está pasando realmente...
¿Quién no tiene algún tipo de complicación?
¿Quién no tiene algún tipo de complicación?
"Ojo con tu perfilito, tío... Fumador, con sobrepeso... Cuídate mucho, pero cuídate mucho. Y es más importante lavarte las manos que lo que viene siendo el aire". O algo así... No estoy preparado todavía para escuchar los audios de nuevo.
Tengo ahora mismo en mente las caras de Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes, Cospedal, Lamela, Güemes, Lasquety... Todos robando de la Sanidad Pública y forrándose con los contratos bajo cuerda a las privadas, para su propio bolsillo o para su banda de criminales fascistas llamada Partido Popular. En estas circunstancias de la epidemia por coronavirus se alegrarían de ser tomados sólo por ladrones. Son ASESINOS, señor fiscal, cuento prevaricador de ficción.
Ayer la alcaldesa de Guayaquil, Ecuador, mandó invadir de coches la pista en la que iba a aterrizar un avión vacío de Iberia con la misión de repatriar a los españoles que lo esperaban desde hacía días. Entiendo que el piloto tuvo que abortar el aterrizaje y sabe Dios dónde habrá podido posarse. "Un avión con doce tripulantes que venían... ¡De Madrid!" -chillaba la alcaldesa alarmadísima... Ayer mismo, justo después de su "acción patriótica", le confirmaron a la señora que tenía coronavirus. Lo más seguro es que ninguno de esos esforzados tripulantes españoles estuviera infectado, lo que son las cosas, buena mujer... La peste estaba abajo, donde quedaron tirados los otros cientos de españoles a los que iban a rescatar, ahora se sabe, más que repatriar... Parece que las autoridades (buenas) de Ecuador ya han pedido disculpas por el comportamiento de acémila de su munícipe. Con lo bien que nos llevamos aquí en Lavapiés ecuatorianos y españoles, españoles y ecuatorianos, hay que ser torpes en perspectiva... Yo sí sé que la equipación del Guayaquil es igual que la del Barça. ¿Saben los de Guayaquil cómo es la equipación del Rayo? Pues eso... Y que tengo un amigo ecuatoriano de Cuenca (sí, hay una Cuenca en Ecuador), que me debe pasta.
No son todavía las nueve de la mañana y parece que ya lo he dicho todo. Sensación de intemperie. Nublado fuera y tú aquí, bajo techo, calentito y en tu despacho tan mono y desordenado, pero sensación de intemperie...