lunes, 3 de noviembre de 2014

SENSACIÓN TÉRMICA


RODOLFOL FOLFO Y LOS CAMBOYANOS DE MIERDA


A Rodolfo Martín Villa, muñequito del franquismo, del tardofranquismo transitivo y de la democracia transizoide, yo siempre lo he visto en blanco y negro. Un individuo de cera untuosa y gafas de pasta como si viniera de tragarse todo el Nodo buscando la despedida de soltero de Fraga Iribarne, de cargo en cargo y de gabinete en gabinete en el parchís de falangistas de los Hombres de Estado a los que no tuvimos cojones de llamar fascistas en su momento y que ahí siguen. Concretamente de asesor, consultor, bruja Lola del banco malo, el Sareb, por cortesía de Luis de Guindos. Ahora la justicia argentina, la jueza Servini, quiere verle su careto de monaguillo jubilado para recordarle su responsabilidad en el asesinato de cinco huelguistas en 1976, en Vitoria, cuando era un inocente Ministro de Gobernación y jugaba al mus con su cuadrilla de policías torturadores en la DGS. Billy el Niño, por ejemplo, tiene una medallita de mérito policial gracias a su firma. Que torturaba de puta madre, vaya, y eso había que reconocérselo. A la jueza che le van a decir que Rodolfo está en la pelu y que no puede pasarse por Buenos Aires. Aunque lo mismo le dicen que esos crímenes tontuelos han prescrito. O que les ampara la Ley de Amnistía Cortefiel que se aprobó para los fascistas de la época. Y volveremos a aparecer en los papeles al mismo nivel que Camboya, con todos los armarios llenos de calaveras y medallitas para los asesinos. Después de "7 vidas" vino el spin off de "Aída". Después de "Franco, ese Hombre", el spin off de esta otra mujer de la limpieza: "Rodolfol Folfo". Y toda la gente haciendo de Luisma. La peña. La ciudadanía. Graciosos, drogadictos, con las pupilas dilatadas ante la tele o leyendo la prensa, intentando poner cara de inteligentes cuando nos explican que es mejor que no toquen al menda por un rollo de 1976, que no te fijes en esas tonterías, que te preocupes de lo que de verdad importa, que es de no ir a la cárcel tú, camboyano de mierda.