miércoles, 31 de octubre de 2018

DOS ESCUALOS RUINES Y FRÍOS


Ignacio López del Hierro, arriba, sevillano consorte de Mª Dolores de Cospedal. Desde que se casó con ella en el 2009 (una UTE, Unión Temporal de Empresas) ha multiplicado por catorce su patrimonio. Aunque sólo lo hubiera multiplicado por dos, qué fuente de inspiración la de los ojos finiquitos, muertos, como botones negros de rata de peluche... Con todo, los intereses mutuos de esos dos escualos ruines y fríos podrían llenar de vómitos el vertedero de Valdemingómez y aún quedaría sitio en una esquina para la ropa sucia que esconden por separado. Ahora se destapan sus tejemanejes con el "comisario" Villarejo (de los anticuerpos de la policía) para librarse de la Gürtel, esa juntura de malos. Dos pijos codiciosos perdidos en un garito y buscando la salida para acabar aterrorizados en el retrete y oyendo una voz gutural fuera, de aguardiente terrorífico (en Lavapiés hay uno que habla así, pero es inofensivo)... Siempre ha sido algo más que una sospecha. Todos los chalets de esta mala gente tienen sus cimientos enterrados en mierda. La política es su ambientador.