domingo, 28 de septiembre de 2014

BIENVENIDO A LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE DE TU MASÍA


Partiendo de la base de que me parece una cacicada tardofranquista impedir que una comunidad autónoma pueda votar lo que le dé la gana (ya sea la independencia, la canonización de la butifarra (debería) o la conveniencia o no de medir diariamente la sombra de los Pirineos sobre Lérida), el paripé soberanista acaudillado por los mismos caciques que se han cargado la economía catalana y que intentan medrar impunes al socaire de una mayoría ciudadana (independentista o no) hasta las pelotas de Madrid (yo también)..., me parece fatás. Dirigentes corruptos catalanes echándole un pulso a los dirigentes corruptos nacionales mientras la gente lo único que ve son las venas marcadas de la prepotencia, de la chulería y de la derechona más abyecta. Un espectáculo vomitivo en el local de alterne de la política patria toda mientras en los servicios los de la Gürtel intercambian maletines con los Pujol y un parado se ahorca del perchero. La mujer de arriba, Carme Forcadell, es una más de los protagonistas de este choque de cuernas entre machos alfa, la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, ese parque temático del seny donde no puedes poner un cartel en castellano en tu negocio de Tarragona, por ejemplo, sin que vengan los segadors a rebanarte los callos de la cuenta corriente con una multa y a quitarte a ti de detrás del mostrador para que se ponga Tirant Lo Blanc. Por la libertad... Y decir "Asamblea Nacional Catalana", con todos mis respetos por la política ficción, me suena tan comercial y chipendilerendi como la República Independiente de tu Casa, del IKEA de Mollerusa, o decir la Asamblea Nacional de Socuéllamos. De modo que todos mis sarcasmos para los políticos chorras, y todos mis respetos para los catalanes todos cabreados con Madrid y con que una piara de golfos y golfas de derechas no les dejen votar (lo básico en una democracia; pero, claro, esta no lo es). Y una cosa más: que me cae bien de cara y de gestos Carme Forcadell (me gusta el puntito entre Modigliani y Cezanne que me ha quedado en su caricatura). Que me parece una buena persona, vaya. Otra señal más del desquicie al que están llegando hasta los más majos y competentes.

PENSEMOS FRÍAMENTE EN EL INTEGRISMO ISLÁMICO