miércoles, 9 de julio de 2008

SAN FERMÍN NO ES DON CELEDÓN

No es San Fermín un santo con paraguas, como equivocadamente titulé esta entrada. Es el patrono o el patrocinador o el cheerleader vaticano de Vitoria: Don Celedón, individuo de trapo y madera que desciende con paraguas sobre la gente, como Mary Poppins. Pero esto sirve para avisar de una propensión común de los crédulos, causa de no pocos trastornos y desilusiones: la de encomendarse a santos poco fiables. En el nombre va la pista: Fermín, Cristóbal, Sebastián... Nunca te encomiendes a un santo con nombre de mayordomo. A uno lo cogen los toros, a otro no lo cogen los taxis, y a otro, cuando no le ponen bombas, lo inflan a flechazos y es icono gay. Por cierto, Sebastián, Francisco, santos propelentes y nominadores de ciudades... Se me ocurre que San Sebastián y San Francisco deberían ser ciudades hermanadas, o encamadas, que son de la misma condición. Otro santo, oriental y también homosexual, que da nombre a una ciudad: San Gay. Muy moderna.