martes, 13 de noviembre de 2012

LOS BUSCABOCAS DE LA CEOE


Todos los presidentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) han sido santos varones que han defendido noblemente los intereses de los pobres empresarios frente a las alocadas pretensiones de los trabajadores, siempre tan conflictivos, siempre tan golfos, siempre equivocados. Si por ellos fuera, hace tiempo que trabajaríamos en las mismas condiciones que los chinos (en sótanos, sin contrato y sin sueldo, sólo por un plato de arroz y no siempre), cuando no en las mismas condiciones que los niños de Dickens (huérfanos, tiznados, llorosos, desnutridos, y con un perrito muerto por toda representación sindical), pero, ay, a fuerza de huelgas, manifestaciones, muertos, tirachinas, piedras, rodamientos, barricadas y neumáticos ardiendo, parece que se han ido consiguiendo derechos: vacaciones, indemnizaciones, contratos por escrito, jornadas laborales razonables, prestación por desempleo, seguro médico y un salario sujeto a convenio colectivo entre el comité de empresa y la patronal. Todo eso, punto por punto, está en entredicho con la reforma laboral del PP y el viento del liberalismo que nos mueve el flequillo del miedo estos días, meses, años de crisis-estafa. Aunque desde siempre, concretamente desde 1977, todos los presidentes de la CEOE han sido la viva imagen de la maldad que representaban en las mesas de negociaciones, si hubiera un Lombroso de la Explotación Capitalista. Ferrer Salat, un estilete de cemento. Cuevas, la tuerca de una caja fuerte. Díaz Ferrán, el gnomo ladrón del jardín del Hotel Palace. Y Joan Rosell, el vigente, el monaguillo becario de un banco en su día libre. Tipos remachados en chequera de acero y volutas de barco de esclavos que nunca han tenido la culpa de nada. Rosell, que también tiene pinta de muñequito de bodas entre una Preferente y un Broker, siguiendo la senda de los cínicos y explotadores que en el mundo han sido, ahora no ve otra solución en todo esto que echar a más gente y bajarle los salarios a los que queden. Eso y deslocalizar, por supuesto. Eso y "más Europa" (hasta los cojones de esa expresión, como si fuera el "más madera" de Groucho), pero en el sentido empresarial de la cosa. A su manera "competitiva". En una entrevista a El País:  "Europa está vieja, se tiene que refundar, hay que reinventarla, se tiene que crear una unión económica y a partir de ahí llegar a la comercial, fiscal, bancaria y al final una unión política, a los Estados Unidos de Europa".  Una "unión económica" y luego una "unión comercial, fiscal, bancaria..." ¿Se puede pensar menos en las personas y más en el dinero? ¿Se puede tener una visión más cerda del futuro, de Europa y de lo que es reinventar un mundo? ¿Europa está "vieja" y hay que hacerla nueva como un detergente? ¿No son los años que lleva Europa siendo Europa lo mejor de su potencial? ¿Qué lee este tío por las noches? ¿Con quién se toma el café? ¿Se mete un cajero automático en la cama y se lo encula por los enchufes de atrás -pene insuficiente, pene insuficiente...-? Y con lo que te quedas temblando es que, mucho protestar porque los sindicatos no están a la altura y sólo suponen un gasto más en la cadena de producción, pero ellos, los empresarios, acaban de recibir la friolera de 20.000 millones de euros del Instituto de Crédito Oficial. Los Fondos ICO. Tu dinero y el mío. Por la patilla. ¿Pero esto lo sabe la gente? ¿Toda esa pasta a Iberia, a Endesa, a Telefónica, a Iberdrola, y aquí la gente lampando? ¿Y dónde están invertidos los millones? Ah, su utilización y su destino no son públicos, colega. Pueden hacer con la pasta lo que les dé la gana. De hecho, probablemente ya los han empleado en sus caprichos. Se los han gastado todos en croissanes. Bollería suiza. Porque en la calle no están. Se notarían, hostias... De flipar. Primero los 100.000 millones a los bancos. Y ahora estos 20.000 a los empresarios. Y aquí estamos. Los de la tropa al sol, sin rancho y con las botas rotas. Los insolidarios en el paro y muriendo de hambre a puntito de hacerles una irresponsable huelga general a nuestros abnegados y competentes jefes. Un roto mañana. Por cierto, el tipejo relamido de arriba propone que se regule el derecho a la huelga (como si no estuviera regulado ya). Que así no vale. Que les jode los beneficios. Que huelgas sí, pero como digan ellos... Pasito a pasito, hasta volver a las huelgas con muertos del siglo XIX. Y las del XX. Las de los disparos al aire de los antidisturbios que le daban a un currito en toda la frente y que luego habían sido los violentos piquetes. Porque los empresarios, violentos, lo que se dice violentos, explotadores, parásitos, ladrones, asesinos, cantamañanas y buscabocas no lo han sido nunca...