miércoles, 30 de junio de 2021

MORENO ALEGA PERSONALIDAD MÚLTIPLE: ROCKEFELLER CALLA.


No sé cuántos años hace ya, pero el día en que nos enteramos de que a José Luis Moreno le habían abierto la cabeza con un hacha, hubo ronda inmediata de llamadas para confirmarnos mutuamente las coartadas o, en su defecto, inventar una bien sólida y solidaria, aunque se tratara de averiguar en el fondo cuál de nosotros se había vuelto loco por fin sin que la autoría saliera de "nuestro" círculo... Cuál de sus guionistas fantasma le había dado físicamente el "punchline"... Más tarde, incluso corrió la broma de hacer una colecta para pagarle la fianza al albanokosovar que lo había hecho de verdad, que saliera de la cárcel y montarle una fiesta al chaval... Supongo que también hubo llamadas de teléfono en voz baja entre sus actores, actrices, bailarines, maquilladores... En voz baja o eufórica, que conozco yo a una de sus maquilladoras, se nacionaliza en la antigua Yugoslavia y se hace pasar por albanokosovara de tirria que le tenía y, supongo, le sigue teniendo: madre de familia engañada por famoso ventrílocuo, que se desentiende sin parar de sonreír... Ahora que lo han detenido por fin, todos aquellos recuerdos "laborales" me vienen con un halo de mundo irreal en el que estuve deambulando como en un sueño sin dejar de escribir chorradas... He estado en su mansión (ya quisieran los chalets de la Moraleja compararse con esa villa romana), le he dado la mano en su salón principal (un pescado blando, flojo y tibio), he visto su exquisita colección de óperas y verbenas en docenas de anaqueles vigilados por el servicio doméstico de etiqueta, le he escuchado tocar su piano blanco en escarpines y batín de seda, he discutido (temerariamente) con él sobre tramas de series que nunca vieron la luz... Y estoy en condiciones de opinar que el poderoso José Luis Moreno sólo es un villano de tebeo, ocurrente, simpático, admirador de la belleza auténtica y del auténtico talento, pero, cachis la mar, sonámbulo de su ego, que es el que le tiene la mano metida por el culo como a cualquier muñeco de ventrílocuo sin parar de sonreír, y, de vuelta al cajón, el personaje maquinador que se traslada de programa en programa movido por la codicia y la ambición. ¿Es cierto que tiene grabaciones comprometedoras de la mitad de los políticos y personajes influyentes de este país? Parece ser que era eso precisamente lo que buscaba nuestro buen albanokosovar, quién lo puede afirmar... Todo se sabrá en su momento... Igual no dura ni dos minutos en la trena y entonces se confirma lo de los vídeos a traición, y punto en boca todo el mundo, que no queremos saturar el mercado con miles de vídeos de Pedro Jota con tutú en la cama... En fin... Después de haber hecho hablar en castellano a alguno de sus guapos rumanos en una teleserie, todo lo más que le puedo desear al hombre es que se le cumpla alguna de sus fantasías sexuales en la cárcel, dure lo que dure, que lo otro sólo es dinero (aparte de las 25.000 pts que le sigue debiendo a Yolanda Ramos), como los tres episodios largos que todavía le debe a mi amigo guionista gallego (un dineral) y que también trabajó sin contrato lo mismo que yo, qué vida esta... ¿Que le imputan a Moreno una estafa de 50 millones de euros? Espera, que me da la risa. Como Al Capone, que lo trincaron por la calderilla... Y a Rockefeller, Macario y Monchito, pobres testaferros, hombres de paja, muñecos interpuestos, colaboradores necesarios. Igual vienen también a por nosotros, entonces. Pues va ser que no, que no constamos en ninguna parte. Algo bueno tiene que tener haberle trabajado a Moreno como una temporera marroquí de la fresa completamente borracha y la gracia que le hacía al puñetero... "De tus compañeros, tú eres el malo: te lo noto", me dijo, sin parar de sonreír en aquella mesa que parecía el altar principal de la Basílica de San Pedro. Y fuera, en los jardines, tipos trajeados con gafas de sol y cables de pinganillo asomándoles en un lateral de sus cuellos de toro... "El jefe está discutiendo con ese gilipollas sobre tramas y sub tramas. ¿Entramos y le damos un susto?" Eso no pasó, claro, pero estaba en el aire, como casi todo por aquellos años. Luego hicimos una serie que sí se emitió y en la que me despidieron a la mitad por disparidad de criterios con Moreno mismo. Demasiado salvajes mis chistes. A mí me la sudaba que me despidiera, si ni siquiera tenía contrato, pero la pasta era la pasta, así que le propuse a mi editor seguir trabajando a sus espaldas y facturando, pero sin firmar los capítulos. Mis compañeros aceptaron firmarlos en mi nombre tan panchos (les encantaba la idea de jugársela), aunque el editor, que era y sigue siendo amigo, no las tenía todas consigo: "Te conoce el estilo y te va a pillar, pero prueba a ver. Eso sí, yo no sé nada y esto es cosa vuestra, que estáis zumbados". Moreno leía y releía cada capítulo y él mismo mandaba las correcciones, pero coló el primero, coló el segundo... Y la suplantación funcionó sin ningún problema y con gran cachondeo interno hasta el final de la temporada. Yo también sé poner voces.