viernes, 12 de abril de 2013

PRIMERO SACARNOS DE NUESTRAS CASAS, LUEGO DE NUESTRAS CASILLAS


Si no fuera por su nombre exótico, de hora feliz sin condones en algún afterhour y promesa a la turista walkiria, el político de derechas "Sigfrid" no parecería muy isleño en lo que respecta a sus apellidos de latifundio, (Sigfrid) Soria del Castillo-Olivares, como si desayunara todos los días en el cráneo recién vaciado de un siervo, allá por la Edad Media y en la Meseta. Yo creo que va en los apellidos lo de no entender muy bien el asunto de los escraches y sus coros de perroflautas. Será que con esas greñas y esos mazos de malabares le parecen Godos. Será que con esas canillas lo que necesitan es educación física (su especialidad). Será que con esos eslóganes lo que están buscando es un plan integral de seguridad (sólo en el PP puede asociarse un silbato de monitor de instituto a una gorra de plato). Lo que sí está claro es que están perdiendo los nervios... O no. Simular que están perdiendo los nervios y los papeles puede ser una estrategia. Se llama provocación. Insultar, multar y criminalizar a Heidi tantas veces como haga falta hasta sacarla de sus casillas (en los Alpes), convertirla en una energúmena y poder arrancarle la cabeza por nazi, terrorista y violenta. En Canarias una hora antes. Ese cronómetro ha empezado ya su cuenta atrás en el despacho de Cristina Cifuentes, junto a la bayeta con la que seca el goteo de su colmillo sobre el calendario  benéfico de antidisturbios en pelotas.