viernes, 9 de junio de 2017

PRECIO POPULAR


Ya nos salieron otros bancos más caros, así que el desastre el Banco Popular no parece que nos vaya a afectar demasiado... Claro, que la que ha soltado los cuartos ha sido la hija de Botín... Un euro por la patilla... ¿No había nadie más con suelto? Es un precio simbólico, chaval... Espera... ¿Están hablando de símbolos? ¿Los banqueros? Mierda. ¡Es un euro envenenado! ¡Y más viniendo de quien viene!  Ya nos podemos dar por jodidos. Al tiempo, si no. Según se vaya sabiendo toda la basura y las componendas de peces gordos que hay detrás de la puta moneda...

LOS ZOMBIS DE PELUQUERÍA


De nuevo con las mierdas del PP encima, todos los días, erre que erre, PP que PP, lo que se podía haber quedado por la vía judicial en una simple asociación de malhechores, ladrones y corruptos hijos de la gran puta (desaparición de la banda, devolución de lo robado y todos a la cárcel de treinta años para arriba), se está convirtiendo en una pesadilla de zombis putrefactos pidiendo a gritos que alguien les abra la cabeza de un hachazo cuando no se la abren ellos mismos con el primer micrófono que encuentran (muertos como están, yo creo que ya ni se escuchan a sí mismos diciendo animaladas). El zombi de arriba, Ángel Garrido, fue el merodeador mordedor de peluquería que estuvo rondando la tribuna de la Asamblea de Madrid en la matanza de la moción de censura contra Pristina Cifuentes. No lo he visto ni escuchado más sieso y vomitivo insultando (arggg, ñaca, gfff) a los pipiolos de Podemos. Pederastas, ladrones, corruptos, terroristas... (lo de "pederastas" fue otro; tengo que mirarlo) Y todo porque les han señalado con el dedo como carne corrompida. Dale a querer morder el índice todo el rato mientras la madama del Salón Kitty se hacia la rubia y hasta las uñas en el porche de Auschwitz. Una  bofetada de bedel es lo que se merecía, pero si ayer le cobran mil euros por cada desplante a la ciudadanía (por decir algo), a mi "prima de riesgo" se le quita su sonrisilla de soft porno. Y al cenizo unisex de arriba que le den a comer el cerebro de Millán Astray, a ver si empieza a bizquear como su jefe, el otro zombi fricativo, probablemente también unisex en un sentido lato (y sería montando en bici)... ¿Ves? Ya se me ha ido la cabeza. Pelear todo el día con zombis deja secuelas.